El Ecofin inicia la fase clave de la negociación del déficit

La vicepresidenta primera, Nadia Calviño, guía a los ministros a hacerse la foto oficial en la reunión del Ecofin.
photo_camera La vicepresidenta primera, Nadia Calviño, guía a los ministros a hacerse la foto oficial en la reunión del Ecofin.
España busca lograr una reforma que Calviño explicó usando metáforas del Camino de Santiago

La negociación para reformar las reglas de disciplina fiscal que limitan la deuda y el déficit de los países de la UE entra este otoño en su fase decisiva, con el propósito de España de cerrar un acuerdo antes de dejar la presidencia europea, tras un verano de intensos contactos a nivel técnico. Así lo manifestó la vicepresidenta primera en funciones, Nadia Calviño, a los titulares europeos de Finanzas en la reunión informal de ayer, donde -según fuentes europeas- recurrió a metáforas del Camino de Santiago para explicar los principales puntos de la reforma.

Para el vicepresidente económico de la Comisión Europea (CE), Valdis Drombrovskis, se trata de un calendario “exigente”, que bautizó en rueda de prensa como “Camino Fiscal”, siguiendo con los símiles de Calviño durante el desayuno de trabajo con sus colegas europeos.  

La reforma del llamado Pacto de Estabilidad y Crecimiento, las reglas de las que se dotó la UE en los años noventa para garantizar la sostenibilidad fiscal de los Estados miembros, centró el encuentro ministerial, en el que la futura presidencia del Banco Europeo de Inversiones (BEI) apenas ocupó unos minutos de explicación por parte del ministro belga que promueve el proceso.

En los márgenes de la reunión hubo encuentros entre las delegaciones nacionales y los candidatos presentes, entre ellos, la excomisaria europea Margrethe Vestager, pero sin que se haya avanzado en la elección, a la que opta Calviño. 

Calviño, como anfitriona del encuentro en la capital gallega, propuso a sus homólogos dar paso a una nueva fase con un calendario “ambicioso” que permita lograr un acuerdo a Veintisiete antes de que acabe el año. “Se han mostrado todos ellos abiertos a pasar a la fase de la negociación política y a tratar de buscar un consenso”, dijo Calviño, tras un encuentro que sirvió para fijar el calendario de cara a los próximos meses.

Reuniones claves

Cobran relevancia las dos próximas reuniones de los ministros en Luxemburgo y Bruselas (el 17 de octubre y el 9 de noviembre), aunque fuentes europeas no descartan más encuentros en otros formatos, por grupos o en videoconferencia, para acelerar las negociaciones.

Si los ministros de Finanzas consiguen cerrar un acuerdo entre ellos, se desbloquearán las negociaciones con el Parlamento Europeo, que prevé fijar sus líneas rojas a lo largo de este otoño. Ambas instituciones tendrán que acordar después los textos finales de la reforma y la meta es conseguirlo antes de que expire la legislatura europea en junio de 2024 para que se puedan aplicar ya en los presupuestos nacionales de 2025.

Los Veintisiete pactaron en primavera las características esenciales de la reforma, basada en el establecimiento de sendas nacionales de ajuste fiscal pactadas entre cada país y Bruselas, así como en la fijación del gasto primario como indicador esencial de las cuentas públicas, en detrimento del déficit estructural de las normas vigentes.

Dichas sendas tendrán un horizonte de cuatro años, aunque los países podrán ampliarlas a siete años si comprometen reformas e inversiones en línea con las prioridades de la UE.

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