La crisis de los microchips golpea a más de un centenar de auxiliares

Bruselas advirtió esta misma semana de que el desabastecimiento de chips podría prolongarse hasta 2023.
photo_camera Bruselas advirtió esta misma semana de que el desabastecimiento de chips podría prolongarse hasta 2023.
Unas 120 empresas gallegas, la mayoría de Vigo y su área con  Stellantis a la cabeza, afrontan paradas y caídas de la producción en sus plantas:  20.000 trabajadores, muchos ya en ERTE, están afectados en Galicia por la crisis

La industria de automoción continúa afrontando el azote de la escasez de microchips, dejando tras de sí parones que, a modo de efecto dominó, también golpean a las empresas auxiliares. La parada en uno de los dos sistemas en la factoría de Stellantis Vigo, antigua PSA, es el ejemplo más próximo, pero las empresas de la comarca y el resto de Galicia son también proveedoras de otras plantas españolas que también sufren por la crisis de los semiconductores.

En la comunidad, con el mayor número de estas empresas situadas en el área de Vigo, ya se habla de algo más de 120 compañías pertenecientes a la industria de componentes que están afectadas de forma directa o indirecta por este desabastecimiento, con impacto sobre más de 20.000 trabajadores, según indican fuentes del sector.  

Las paradas en las distintas factorías de automoción españolas implican que las fábricas vayan suspendiendo parte de su actividad dependiendo de la marca a la que suministren su producción.  Ejemplos de compañías afectadas en el área de Vigo por los parones en las plantas de automoción se pueden encontrar en Benteler, todas las fábricas de Faurecia, Visteon, Denso o Maier Ferroplast, pero también hay un significativo efecto sobre otras actividades.

A este respecto, el secretario comarcal de CIG, Alberte Gonçalves, indica que la afectación de la crisis de los microchips podría alcanzar los 40.000 trabajadores entre plantas de producción de automóviles, la industria de componentes, así como servicios asociados y transporte.  “En Holanda, Alemaña e Italia xa se fala de fabricar este materiais necesarios para a automoción. Aquí nin está, nin se lle espera”, reconoce.

Las previsiones para final de año ya avanzan una importante pérdida de la producción que se traduciría en caídas de la facturación por encima del 10%, a expensas de la evolución de esta crisis en los próximos meses. La Unión Europea ya alertó de que el fin del desabastecimiento puede prolongarse hasta 2023. “Desde Asime confiamos que se alcance una solución a principios de 2022, pero nadie garantiza que no llegue la crisis hasta 2023”, afirma Enrique Mallón, secretario general de Asime.  

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