El Centro Tecnológico del Mar (Cetmar), con sede en Vigo, comenzó su andadura hace dos décadas, meses antes del hundimiento del ‘Prestige’, del que su directora general, Paloma Rueda, asegura que “se ha aprendido mucho”. La Fundación Cetmar, dependiente de la Consellería do Mar, implica a la Administración, los investigadores y el sector pesquero y cuenta con casi 600 acciones de investigación marina y trabajos con más de 1.800 socios de casi 60 países.
¿Cómo empezó Cetmar y en qué se ha convertido?
Cetmar nació a instancias del Gobierno central y de la Xunta porque parecía importante en ese momento ya que en Europa comenzaba a haber inquietud por el mundo del mar y la pesca. Se vio importante tener una conexión con Europa y de ahí se creó Cetmar como una plataforma de encuentro entre la Administración, la investigación y el sector productivo.
¿En qué proyectos está trabajando ahora mismo el centro? ¿Alguno que destaque especialmente?
Tenemos una media al año de más de 40, unos 30 proyectos y 15 servicios. Importantes me parecen todos, es como si me dices qué hijo prefiero (risas). En los proyectos siempre establezco un símil, que para jugar en la Champions primero tienes que haber jugado en las ligas autonómicas y regionales. Todos están acogidos a las líneas de investigación prioritarias que son la investigación del medio marino, los contaminantes, las basuras, la economía circular, el reciclado de subproductos de la pesca y la observación del medio marino. La captación de datos del mar es un medio del que se desconoce muchísimo, se conoce mucho más de la superficie terrestre y de la luna que del mar y eso es curioso en un planeta en el que más del 80% es agua. La observación marítima es ahora mismo prioritaria porque nuestra vida en la tierra depende de lo que ocurre en el mar, de ahí que haya más sensibilidad.
¿Cuál es el estado de salud del mar hoy en día?
El estado de salud en general es bueno. Ahora mismo los océanos se estudian de una forma holística ya que lo que pase en el Atlántico Sur va a tener repercusión aquí, de ahí que ya se hayan constituidos muchos observatorios que trabajan todos en red para tener un mejor conocimiento. Pero aún hay mucho trabajo por hacer, no hay más que ver las basuras que se vierten al mar, los depósitos de basura en el fondo marino, los contaminantes de origen antropogénico y las sustancias potencialmente peligrosas, que son 200, y tienen un comportamiento tóxico en contacto con el mar. Del fuel hemos adquirido mucho conocimiento a raíz del Prestige.
Si hubiera un caso similar ahora, ¿qué pasaría?
Si es un accidente no se puede prever, pero lo que sí puedo asegurar es que estamos muchísimo mejor preparados en conocimiento. Hicimos cuatro proyectos (Arcopol) que fueron premiados en Europa sobre tratamiento de vertidos de origen antropogénico por fuel y estos 20 años han servido para que en conocimiento técnico estemos muchos mejor con el trabajo en red con países del área Atlántica (Portugal, Francia, Reino Unido e Irlanda). Avanzamos mucho en medios, formación y logística.
En cuanto al aprovechamiento de recursos pesqueros, ¿qué se puede aprovechar del pescado?
Del pescado se puede aprovechar todo, las pieles, los ojos, los dientes o las espinas para muchos usos, por ejemplo en la cosmética que es una industria que tiene mucho recorrido y expansión. Las pieles de pescado son una fuente de colágeno y de ácido hialurónico de las mejores que hay. Los ojos tienen aplicaciones industriales y las espinas son una fuente de calcio. Pero hay un problema que es poder juntar unas cantidades importantes que permitan una industria posterior rentable. El procesamiento a bordo es complicado porque las bodegas de los barcos están pensadas para traer producto de consumo humano y si hay que almacenar otros, se encarece el proceso, por eso estamos intentando trabajar con las plantas en tierra para establecer una logística y hacerlo viable.
¿Cetmar juega ya en la Champions?
En 20 años, que es muy poco tiempo en investigación e innovación, se ha convertido en un centro de referencia en España, en Europa y en muchos países del mundo dentro de su ámbito. Es un logro y un orgullo para todas las personas que trabajamos en Cetmar.
