La caja con sede en Vigo sólo ve “una puerta que se abre”, una posibilidad que no existía

Caixanova sería quien lideraría una hipotética fusión gallega

El Lunes Santo ha sido intenso para las cajas, incluso en Vigo donde era festivo, y para la Xunta. Ayer se cerró un acuerdo para iniciar conversaciones pero distintas fuentes apuntan posibles acuerdos como que Caixanova lideraría una hipotética operación de integración, razón por la que habría aceptado iniciar las conversaciones.
Pero en la caja con sede en Vigo no dan más importancia al documento que ayer firmó su presidente, Julio Fernández Gayoso, que el de ‘una puerta que se abre’, una posibilidad que no existía. Según fuentes conocedoras de la operación, las condiciones que se barajan pasarían por que Gayoso conservara la presidencia, que compartiría con José Luis Méndez, mientras que el director general sería el de Caixanova, José Luis Pego, y su segundo procedería de Caixa Galicia, podría ser el actual director adjunto Javier García de Paredes. En cuanto al reparto en la organización, también se notaría el liderato de Caixanova, porque entre las hipótesis la sede de la nueva caja fusionada estaría en Vigo, así como la Dirección General operativa y los servicios centrales. Mientras, en A Coruña se instalaría la Presidencia, así como la dirección de la obra social y de la corporación industrial. Entre las condiciones que podrían estar sobre la mesa está el cambio de la Ley de Cajas para permitir un periodo transitorio de los consejos, que continuarían entre cinco y seis años. Lo que aún no ha trascendido son las cifras del ajuste que tendría que aplicarse, teniendo en cuenta que son dos cajas con un gran solapamiento de redes. Las dos suman 1.391 oficinas (828 de Caixa Galicia y 563 de Caixanova), además de 7.853 empleados (4.561 de Caixa Galicia y 3.292 de Caixanova). Los activos sumados de ambas entidades ascienden a 31 de diciembre a 77.820 millones de euros, lo que la colocaría como la quinta caja española, tras La Caixa, Caja Madrid, Bancaja y Caixa Catalana (Caixa Catalunya, Tarragona y Manresa). El informe de KPMG para la Xunta señalaba que la integración conllevaría la pérdida de 1.300 empleos y que requeriría 1.190 millones de euros del FROB, pese a que fuentes del entorno de Caixanova apuntaron a que uno de los problemas es que la operación necesitaría n una cantidad muy superior. Estas mismas fuentes señalan que el inicio del proceso dependerá de las exigencias del Banco de España y, según Europa Press, afirmaron que el acuerdo sobre el proceso se anun¬ció con retraso porque el presidente de la Xunta no quería este modelo, aunque justificó el visto bueno al sostener que era más fácil explicar esta operación que si el Banco de España interviniese Caixa Galicia. El punto conflictivo podría estar en los 3.000 millones que podría exigir una fusión viable.

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