nnn "El futuro inmediato de la fábrica de Vigo es muy prometedor", aseguró el director de PSA Vigo, Ignacio Bueno, que ayer fue el protagonista de un almuerzo-coloquio en el Círculo de Empresarios. "Esta fábrica ha trabajado mucho para conseguir la asignación de proyectos que llegan a su culmen", explicó, aunque advirtió sobre bajar la guardia: "Hay que conseguir que los costes de fabricación en Galicia satisfagan las necesidades del Grupo PSA para que no tenga la tentación de pensar que otros pueden hacerlo mejor", subrayó.
Bueno desgranó el panorama recordando que en 2018 se lanzó la furgoneta K9 "con un éxito en el mercado tremendo" y que ha supuesto a la factoría alcanzar los 60 coches a la hora, además de proporcionar componentes a la fábrica de Mangualde. Ahora llega el 2008, que llenará el segundo sistema con el objetivo de abrir un tercer turno.
PSA Vigo prevé llegar el año que viene a los 2.300 coches al día (ahora son 1.800), superando el medio millón de vehículos al año. "La planta va a estar a tope de capacidad. No cabe nada más", explicó Ignacio Bueno.
El incremento de producción irá acompañado de contratación. Este año 1.200 personas, pero la planta seguirá contratando el año que viene. PSA Vigo "está generando un movimiento de la industria de componentes de 1.000 millones de euros y 4.000 trabajadores", precisó el director, que subrayó que "nos han asignado dos modelos francamente competitivos". Pero Ignacio Bueno también se refirió a las incertidumbres, la primera la de las emisiones. "No tenemos previsión de pagar multas por emisiones", advirtió, señalando que la Directiva europea "ha creado desinformación" y que "mucha gente no sabe qué comprar porque piensa que si compra un coche diesel, en seis meses no va a poder entrar en una ciudad", dijo.
Otras claves pasan por la competencia dentro del grupo y mejorar la eficiencia y la estructura de costes, a lo que se suman el riesgo del Brexit, la "demonización del diesel" y "cierta inestabilidad en España".
Como conclusión, Ignacio Bueno apuntó que el principal reto es "la eficiencia y conseguir unos costes de fabricación en Galicia que satisfagan las necesidades del Grupo PSA, para que no tenga la tentación de pensar que otros pueden hacerlo mejor". Así que, apuntó, "tenemos que seguir trabajando en la innovación que nos garantice esa productividad y la contención de gastos", pero también en la flexibilidad "porque el mercado está siempre fluctuando y hay que responder a sus necesidades según vaya demandando".
Finalmente reclamó "acompañamiento del entorno" porque "si queremos preservar nuestro liderazgo tecnológico y social en Europa nos hace falta que las instituciones nos ayuden", concluyó. n
