Economía

Bruselas impulsa un marco común de salarios en la UE

El vicepresidente económico de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, en la conferencia de Bruselas.
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La CE propone una normativa para que al menos el 70% de europeos tengan nóminas "decentes"

n n n  La Comisión Europea propuso ayer una normativa para garantizar que todos los países del bloque establecen unos salarios mínimos "adecuados" y "decentes" a nivel nacional e impulsar la negociación colectiva para que al menos el 70% de los trabajadores de cada país estén cubiertos por este tipo de acuerdos. La iniciativa no fija un salario mínimo europeo y ni siquiera obliga a los seis Estados miembros que no tienen salarios mínimos estaturarios a crearlos. En cambio, la normativa busca establecer una serie de criterios comunes que, respetando la soberanía de cada Estado miembro, sirvan para elevar la remuneración mínima de cada socio un nivel "decente".
Bruselas justifica la directiva argumentando que la globalización, la digitalización y los nuevos empleos atípicos dieron paso a una "polarización" de los mercados de trabajo caracterizada por un incremento de los puestos mal pagados. Además, la crisis golpeó duramente a sectores con "una alta proporción de trabajadores de bajos salarios", como el turismo o el comercio minorista, y tuvo un impacto más fuerte en "grupos desfavorecidos de la población". "Si no actuamos, la pandemia puede elevar la desigualdad. La propuesta de hoy quiere evitarlo", explicó en una rueda de prensa el vicepresidente económico del Ejecutivo comunitario, Valdis Dombrovskis, quien añadió que la mayoría de los empleados peor pagados son mujeres, por lo que las normas ayudarán también a cerrar la brecha de género.
En la actualidad, los salarios mínimos en la UE varían desde los 312 euros de Bulgaria hasta los 2.142 de Luxemburgo. Además, 21 Estados miembros funcionan, como España, con un sistema de salarios mínimos estatutarios, mientras que otros seis socios (Suecia, Finlandia, Dinamarca, Austria, Italia y Chipre) se basan exclusivamente en la negociación colectiva.

INDICADORES COMUNES
A modo indicativo, Bruselas recordó que un salario mínimo equivalente al 60% del salario mediano bruto y al 50% del salario medio bruto de un país "pueden ayudar a guiar el análisis" para conseguir unas remuneraciones adecuadas.
En el caso de España, esto supondría subir el salario mínimo interprofesional (SMI) hasta los 1.142 euros, según los cálculos de las autoridades comunitarias con datos de 2019. Pero se trata de unos umbrales que la directiva introduce como guía y no obligatorios.
El comisario de Empleo y Política Social, Nicolas Schmit, defendió que la intención de la normativa no es "imponer" a todos los Estados miembros un mismo sistema de cálculo del salario mínimo. Al contrario, respetará que cada país establezca el suyo propio, en un mensaje claro para los países nórdicos, que siempre se han opuesto a una armonización del salario mínimo a nivel europeo. De hecho, una de las principales medidas de la directiva es impulsar la negociación colectiva, especialmente en aquellos países en los que, como España, menos del 70% de los trabajadores están cubiertos por este tipo de acuerdo. A estos socios se les pedirá hacer "esfuerzos extraordinaros en consulta con los agentes sociales". 

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