Bruselas cuestiona que España vaya a reducir el déficit público

El comisario de Economía, Paolo Gentiloni, ayer durante su rueda de prensa
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Cuestiona que el déficit público se vaya a reducir hasta el 3% en 2024, como calcula el Gobierno

La Comisión Europea mejoró ayer sus previsiones económicas para España, tanto de crecimiento del PIB como de inflación, pero cuestiona que el déficit público se vaya a reducir hasta el 3% en 2024, como calcula el Gobierno, y lo sitúa en el 3,3%, por encima del límite que marcan las reglas presupuestarias. El “efecto arrastre” derivado de un primer semestre de 2022 mejor de lo esperado, junto con un mayor dinamismo del consumo doméstico, el despliegue “continuado” del plan de recuperación y la solidez del mercado laboral, llevó a Bruselas a subir cinco décimas su proyección de aumento del PIB este año con respecto a su cálculo anterior, hasta el 1,9%, a pesar de cierta ralentización de la actividad.

 

 

“En España, se espera que la economía, que todavía se está recuperando del desplome de la pandemia, se desacelere este año como en otros países de la UE, pero la expansión del 1,9 % en 2023 está bastante por encima de la media europea”, resumió en una rueda de prensa el comisario de Economía, Paolo Gentiloni. Para 2024, el Ejecutivo comunitario prevé cierta “aceleración” económica que derivará en una expansión al cierre del ejercicio que sitúa en el 2%. Unas cifras que el italiano considera “alentadoras” incluso “a pesar de que las previsiones son ligeramente diferentes en cuanto a la evolución del déficit público”.

Gentiloni quitó de esta manera importancia al hecho de que Bruselas proyecte que la diferencia entre ingresos y gastos públicos en 2024 se sitúe en el 3,3% del PIB, tres décimas más de lo que estima el Gobierno en el Plan de Estabilidad y también tres décimas más que el límite que marca el Pacto de Estabilidad y Crecimiento.

Dicho Pacto fue suspendido con el inicio de la pandemia para que los gobiernos desplegasen gastos extraordinarios para sostener sus economías y apoyar a hogares y empresas sin miedo a ser sancionados por incumplir las reglas presupuestarias.

Con el estallido de la guerra en Ucrania, la UE congeló las normas un año más, pero serán activadas el 1 de enero de 2024, lo que supone en la práctica que los países tendrán que ajustar sus presupuestos para conseguir que sus déficit se sitúen por debajo del 3% y la deuda mantiene una senda a la baja hasta que llegue al 60% del PIB.

De acuerdo con las previsiones presentadas por Bruselas, 14 países de la UE superarían este umbral de déficit en 2023, con lo que se expondrían a un expediente comunitario y tendrían que recortar el desvío, mientras que 12 de ellos rebasarían el tope de deuda.

Pese a ello, la Comisión anticipa en general una consolidación de las finanzas públicas más rápida de la prevista el otoño pasado, con una reducción del déficit público en la eurozona hasta el 3,2%.

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