Alcanzó un acuerdo con la banca y se lo comunicó al Juzgado Mercantil. Las auxiliares decidirán si le otorgan tres meses para saldar la deuda y se evita el concurso
Hijos de J. Barreras alcanzó en las últimas horas un acuerdo de refinanciación con la banca que le permitirá, al menos, acabar el crucero para Ritz-Carlton. Así lo comunicó ayer el astillero al Juzgado Mercantil número 3 en Vigo y así lo había avanzado al sector naval afectado el pasado viernes a través de una notificación con un pacto que se esperaba inminente y varias peticiones controvertidas. En la carta remitida a una larga lista de más de 170 empresas, Barreras pide que "asuman el compromiso de no iniciar ninguna acción de reclamación de su deuda" y propone un plazo máximo de tres meses a la fecha de dicha misiva para saldar dicho pasivo, valorado en unos 25 millones de euros.
A falta de conocer los detalles del acuerdo con Caixabank y Cesce, lo que es seguro es que Ritz-Carlton asumirá el sobrecoste del crucero (valorado en unos 70 millones de euros) y que esta obra estaría garantizada. No obstante, es el sector el que tiene ahora la palabra ya que serán las auxiliares las que decidan qué hacer teniendo en cuenta que el próximo 2 de febrero vence el periodo de preconcurso de acreedores en el que está inmerso el astillero, quedando desprotegido judicialmente ya que las auxiliares pueden presentar demanda e instar un concurso. "Desde Barreras y Ritz siempre se apostó por tener resuelto el plan de refinanciación y eso es positivo, lo que no es positivo es que no haya un plan de viabilidad que asegure la continuidad del astillero", indica Óscar Gómez, gerente del Clúster Naval Gallego (Aclunaga). "La Ría tiene ahora que responder, esperemos que pueda aguantar y evitar una situación mucho peor", apunta en referencia a una posible quiebra. Por parte de Asime y de Uninaval confían en una resolución positiva "y que antes del día 2 se pueda reactivar la construcción en el astillero", así como cobrar el cien por cien de la deuda.
Barreras se refiere en dicha carta a "los barcos que en este momento se están construyendo en el astillero, así como con los armadores de los citados buques", que serían Ritz, Havila y Armas, si bien no entra en detalles ni aclara si los pedidos -al margen de Ritz- siguen en vigor. Tampoco lo hizo hace unas semanas cuando la norteamericana hizo pública su intención de tomar el control del astillero y hablaba de "contratos viables" y asegurando un segundo crucero.
Con el acuerdo financiero en vigor, Ritz-Carlton podrá ponerse al frente de Barreras ya que ésta era una condición indispensable antes de que el principal accionista (Petróleos Mexicanos) y uno de los minoritarios (Albacora) le cedieran los derechos políticos para poder tomar decisiones en el consejo. Fue la semana pasada cuando estaba previsto que se hiciese oficial dicha cesión de poderes, si bien se aplazó a la espera del acuerdo con Caixabank y la aseguradora pública Cesce.n
A falta de conocer los detalles del acuerdo con Caixabank y Cesce, lo que es seguro es que Ritz-Carlton asumirá el sobrecoste del crucero (valorado en unos 70 millones de euros) y que esta obra estaría garantizada. No obstante, es el sector el que tiene ahora la palabra ya que serán las auxiliares las que decidan qué hacer teniendo en cuenta que el próximo 2 de febrero vence el periodo de preconcurso de acreedores en el que está inmerso el astillero, quedando desprotegido judicialmente ya que las auxiliares pueden presentar demanda e instar un concurso. "Desde Barreras y Ritz siempre se apostó por tener resuelto el plan de refinanciación y eso es positivo, lo que no es positivo es que no haya un plan de viabilidad que asegure la continuidad del astillero", indica Óscar Gómez, gerente del Clúster Naval Gallego (Aclunaga). "La Ría tiene ahora que responder, esperemos que pueda aguantar y evitar una situación mucho peor", apunta en referencia a una posible quiebra. Por parte de Asime y de Uninaval confían en una resolución positiva "y que antes del día 2 se pueda reactivar la construcción en el astillero", así como cobrar el cien por cien de la deuda.
Barreras se refiere en dicha carta a "los barcos que en este momento se están construyendo en el astillero, así como con los armadores de los citados buques", que serían Ritz, Havila y Armas, si bien no entra en detalles ni aclara si los pedidos -al margen de Ritz- siguen en vigor. Tampoco lo hizo hace unas semanas cuando la norteamericana hizo pública su intención de tomar el control del astillero y hablaba de "contratos viables" y asegurando un segundo crucero.
Con el acuerdo financiero en vigor, Ritz-Carlton podrá ponerse al frente de Barreras ya que ésta era una condición indispensable antes de que el principal accionista (Petróleos Mexicanos) y uno de los minoritarios (Albacora) le cedieran los derechos políticos para poder tomar decisiones en el consejo. Fue la semana pasada cuando estaba previsto que se hiciese oficial dicha cesión de poderes, si bien se aplazó a la espera del acuerdo con Caixabank y la aseguradora pública Cesce.n
