Ritz-Carlton reprograma para julio el viaje inaugural del "Evrima" que sólo da trabajo a unas 300 personas
La tercera oleada de la pandemia está frenando la actividad en Hijos de J. Barreras mientras el astillero trata de sacar adelante su reestructuración económica a través de un rescate público.
La compañía naval viguesa, pilotada por Ritz-Carlton, ha reducido al mínimo la actividad en el crucero hasta el punto de contar con apenas 300 trabajadores, de los que 180 son personal propio. Así que sólo habría unas 120 personas de la industria auxiliar cuando hace sólo tres meses eran 1.000, según indican fuentes sindicales que achacan esta situación a la salida progresiva de los proveedores una vez fueron acabando los trabajos y, en muchos casos, para no abultar más la deuda con el astillero. "Nos dicen que esperemos un poco más, prometen una solución, pero no da llegado", apuntan fuentes de la industria auxiliar acreedora que ya ha presentado varias demandas contra Barreras por impago. Algunas son individuales y otras agrupadas y todas con el mismo objetivo, cobrar lo que el astillero les adeuda de sus trabajos en el crucero y en los buques que la armadora Havila canceló con la construcción ya iniciada.
Por otra parte, el empeoramiento de la situación sanitaria ha llevado a la naviera Ritz Carlton Yach Collection a reprogramar una vez más el estreno de su primer crucero de lujo que se está construyendo en el astillero vigués. El 'Evrima' zarpará el próximo 24 de julio en vez de en abril como estaba previsto y también ha sufrido cambios la ruta inagural que pasará a ser por el Adriático, desde Venecia a Atenas. La compañía achaca este cambio al "impacto continuo del covid-19 a nivel mundial en la industria de cruceros", señala el CEO de Ritz-Carlton y presidente ejecutivo de Barreras Douglas Prothero que apela a la "máxima seguridad y el bienestar de nuestros huéspedes como máxima prioridad".
Se trata de la tercera vez que la naviera modifica el debut del buque de lujo que ya acumula un retraso de más de un año. Su estreno se fijó para febrero de 2020, con el astillero en preconcurso de acreedores, después para junio, luego para abril de 2021 y ahora para el próximo 24 de julio de este año si la pandemia lo permite.
Mientras, Ritz-Carlton trata de sacar adelante la reestructuración económica del astillero vigués que controla a través de una de sus filiales. Barreras está negociando con varias entidades públicas para poder hacer uso de ayudas, como sería el caso del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas de la SEPI, dependiente del Ministerio de Hacienda. El presidente de la Xunta pidió expresamente al Gobierno un rescate para Barreras ante la encrucijada económica en la que está la empresa naval por el sobrecoste del crucero y los problemas heredados de los antiguos gestores y dueños.
La compañía naval viguesa, pilotada por Ritz-Carlton, ha reducido al mínimo la actividad en el crucero hasta el punto de contar con apenas 300 trabajadores, de los que 180 son personal propio. Así que sólo habría unas 120 personas de la industria auxiliar cuando hace sólo tres meses eran 1.000, según indican fuentes sindicales que achacan esta situación a la salida progresiva de los proveedores una vez fueron acabando los trabajos y, en muchos casos, para no abultar más la deuda con el astillero. "Nos dicen que esperemos un poco más, prometen una solución, pero no da llegado", apuntan fuentes de la industria auxiliar acreedora que ya ha presentado varias demandas contra Barreras por impago. Algunas son individuales y otras agrupadas y todas con el mismo objetivo, cobrar lo que el astillero les adeuda de sus trabajos en el crucero y en los buques que la armadora Havila canceló con la construcción ya iniciada.
Por otra parte, el empeoramiento de la situación sanitaria ha llevado a la naviera Ritz Carlton Yach Collection a reprogramar una vez más el estreno de su primer crucero de lujo que se está construyendo en el astillero vigués. El 'Evrima' zarpará el próximo 24 de julio en vez de en abril como estaba previsto y también ha sufrido cambios la ruta inagural que pasará a ser por el Adriático, desde Venecia a Atenas. La compañía achaca este cambio al "impacto continuo del covid-19 a nivel mundial en la industria de cruceros", señala el CEO de Ritz-Carlton y presidente ejecutivo de Barreras Douglas Prothero que apela a la "máxima seguridad y el bienestar de nuestros huéspedes como máxima prioridad".
Se trata de la tercera vez que la naviera modifica el debut del buque de lujo que ya acumula un retraso de más de un año. Su estreno se fijó para febrero de 2020, con el astillero en preconcurso de acreedores, después para junio, luego para abril de 2021 y ahora para el próximo 24 de julio de este año si la pandemia lo permite.
Mientras, Ritz-Carlton trata de sacar adelante la reestructuración económica del astillero vigués que controla a través de una de sus filiales. Barreras está negociando con varias entidades públicas para poder hacer uso de ayudas, como sería el caso del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas de la SEPI, dependiente del Ministerio de Hacienda. El presidente de la Xunta pidió expresamente al Gobierno un rescate para Barreras ante la encrucijada económica en la que está la empresa naval por el sobrecoste del crucero y los problemas heredados de los antiguos gestores y dueños.
