economía

Las auxiliares de Barreras se rebelan con bajas y exigiendo garantías

Douglas Prothero, CEO de Ritz Carlton, y su mano derecha JP Salazar, a su salida ayer del astillero Barreras tras una de las reuniones con acreedores.
photo_camera Douglas Prothero, CEO de Ritz Carlton, y su mano derecha JP Salazar, a su salida ayer del astillero Barreras tras una de las reuniones con acreedores.
El astillero, de la mano de Ritz-Carlton, recaba el apoyo de las empresas para su plan de rescate.  Los acreedores reclaman un plan de pagos serio, con avales y garantías en una tensa negociación. La Xunta ofrece apoyo financiero si hay carga de trabajo

Barreras trata a la desesperada de recabar el apoyo de las empresas auxiliares o sus planes de rescate se irán al traste. Varios proveedores ya han dado aviso de que no volverán a trabajar en el astillero y han recogido material, según pudo saber este diario, por lo que se sobreentiende que tampoco se adherirán al convenio de refinanciación pactado entre Ritz-Carlton y la banca para el que necesita un 60% de apoyos. Todas las empresas acreedoras reclaman un plan de pagos serio, con avales bancarios y garantías.

Barreras es un 'búnker'. En las instalaciones de Beiramar se encuentra desde hace días el CEO de Ritz, Douglas Prothero, y su mano derecha JP Salazar que junto con el abogado del astillero, Carlos Pérez-Bouzada, tratan de convencer a las auxiliares para que apoyen su plan de salvación y poder retomar la construcción. Eso sí, a Ritz le interesa su crucero, el "Evrima", que está paralizado desde hace cuatro meses, y por eso está convocando a las auxiliares que más falta le hacen para retomar la obra ya.
Aunque lo de inmediatez es un decir porque, por el momento, no hay apoyo masivo de los acreedores sino mucha tensión, tal y como constatan desde Uninaval -sociedad que aglutina más del 70% de la deuda- y desde el clúster gallego del naval Aclunaga, que ayer mantuvieron un encuentro con el conselleiro de Industria, Francisco Conde, que apeló a la unidad y les transmitió el apoyo de la Xunta a una solución global y no solo para un barco.
Tras la reunión con Aclunaga y Asime, la Xunta insistió en que formará parte de la solución siempre que se garantice la carga de trabajo y el astillero llegue a un acuerdo con las auxiliares. También aclara que esa colaboración será desde el punto de vista financiero, nunca a través de ayudas a fondo perdido y volvió a ofrecer a la industria auxiliar la línea de crédito puesta en marcha a finales del año pasado que ya ha permitido 17 préstamos por 9,5 millones.
El mensaje que transmite Ritz es acerca del crucero "Evrima" y asegura que se va a pagar lo que debe a los proveedores (unos 25 millones de euros). Cuándo y cómo es la gran incógnita y el punto en el que se abre una brecha entre ambas partes. Tanto que algunas auxiliares ya han comunicado al astillero que no van a volver a trabajar en la obra. El resto tendrá que posicionarse en las próximas horas porque Ritz les ha pedido que se posicionen hasta mañana y que se adhieran a su convenio de refinanciación y así poder cumplir con los trámites judiciales. Barreras tiene que presentar el convenio de refinanciación bancaria en el registro público concursal y a partir de entonces se abrirá un plazo de 15 días para presentar alegaciones, que podría haberlas dada la tensión con las auxiliares y entre los propios accionistas. Después, el juez homologaría dicho convenio "si es conforme a la ley", según indican fuentes judiciales. 

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