Las empresas auxiliares que se han visto arrastradas por el preconcurso de Barreras se acaban de constituir en plataforma con la intención de protegerse y lograr una mayor coordinación ante el proceso judicial que acaba de iniciar el astillero vigués.
Se trata de una treintena de compañías -la gran mayoría de todas las que están afectadas-, de las que el 90% tiene su sede en la comarca de Vigo y hay otras de Asturias y Portugal. La deuda ronda los 20 millones de euros entre deuda ejecutable y en curso, según apuntan fuentes solventes del sector.
La plataforma -que cuenta con la patronal gallega del metal (Asime) al frente de la coordinación técnica y la secretaría- ya ha solicitado reuniones al más alto nivel con Pemex -el principal accionista de Barreras- y con la armadora Ritz-Carlton, a quien trasladarán su intención de acabar la construcción del crucero. "Creemos que la mejor solución es terminar el barco, pero lo que tenemos claro es que los errores que se cometieron en el astillero, en el caso de que se demuestre un sobrecoste, no los van a asumir las auxiliares", señala Enrique Mallón, secretario general de Asime.
La plataforma de afectados advierte que "no contemplan ninguna quita" de la deuda, si bien admiten que "no tienen ninguna comunicación oficial acerca de que el astillero vaya a solicitarla". "Ese es uno de nuestros principales objetivos, lograr una interlocución y una coordinación con la empresa principal a la que demandamos información sobre los planes de futuro".
Las auxiliares afectadas afrontan el proceso con "un moderado optimismo" y con el deseo de que "haya viabilidad económica". Recuerdan que en el concurso que vivió Barreras en 2011 muchos proveedores acabaron quebrando y que en el preconcurso actual hay varias empresas que ya se vieron involucradas en el proceso de hace ocho años. Por aquel entonces aceptaron una quita del 80% de la deuda que ascendía a 71 millones.n
