Dos años de registro de jornada, con escasa aplicación en pymes

Un trabajador sujeta un reloj de arena antes de comenzar una reunión de trabajo en su oficina.
photo_camera Un trabajador sujeta un reloj de arena antes de comenzar una reunión de trabajo en su oficina.
La ley creada para atajar las horas extra no pagadas no funciona en empresas sin presencia sindical

El registro de jornada, creado para atajar las horas extra no pagadas y el absentismo, cumple dos años con algunas dificultades de aplicación en las empresas de menor tamaño y en mitad de una pandemia que extendió el teletrabajo. La Ley que aprobó el registro dejaba abierta la forma de aplicación para que fueran las propias empresas las que la negociaran con los representantes de sus trabajadores, algo que es prácticamente imposible en aquellas de menor tamaño que no tienen presencia sindical.
"En el 4% de las empresas, las de mayor tamaño, no hay ningún problema en la negociación del registro de jornada. Algunas, incluso, ya lo tenían antes de la norma", explica en declaraciones el secretario de Acción Sindical de UGT, Gonzalo Pino. Las dificultades están en el 96% restante del tejido productivo, compuesto por las pequeñas y muchas de las medianas compañías, "a las que no se llega sindicalmente y en las que el empresario interpreta la norma desde un punto de vista empresarial", argumenta.
El registro, obligatorio desde el 12 de mayo de 2019, tiene como objetivo poner coto a las horas extra no pagadas o fraudulentas que encubren jornadas completas, así como garantizar los descansos entre jornadas, pero también controlar el absentismo laboral.

“Ni cobradas ni cotizadas"

En España más de 745.600 trabajadores realizan un total de 5,6 millones de horas extra a la semana, de las que más de 2,5 millones (efectuadas por más de 337.200 empleados) no son cobradas ni cotizadas, según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa relativos al primer trimestre del año. En la comparativa interanual, en este año atípico de confinamiento y teletrabajo, el número total de horas extra ha disminuido un 15%, una caída que también se ha visto en las no remuneradas (18%).
No obstante, aunque también disminuyó el número de trabajadores que realizan horas extra, aumentó el que las hace gratis. Así, si el año pasado uno de cada tres empleados que hacía horas extra no las cobraba, este año son uno de cada dos.
Por actividades, el sector de la educación es el que aglutina la mayor cuantía de trabajadores (un total de 55.200) que efectúan horas extra gratis (464.700 horas semanales), seguido por el comercio (39.500 trabajadores que hacen 389.300 horas extra gratis).
En cuanto a la nueva forma de trabajar a distancia, forzosamente impulsada por la pandemia del coronavirus, con 2,1 millones de personas teletrabajando, que llegaron a alcanzar los 3 millones durante el confinamiento de abril y mayo del año pasado, el control de la jornada de trabajo fue un poco más complicado para la Inspección de Trabajo, que, no obstante, contó con elementos tecnológicos que le permitieron asegurar su cumplimiento.

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