La patronal conservera Anfaco-Cecopesca y la Xunta revindicaron ayer, en el acto de entrega de medallas a las personalidades más importantes del sector de la conserva, la necesidad de una bajada impositiva al producto del pescado, una vez que no está pasando por su mejor momento, con un descenso en su consumo del 15%. “Son tiempos difíciles, por eso las soluciones pasan por una bajada al IVA del pescado”, indicó su secretario general, Roberto Alonso, que además planteó otros cuatro puntos a seguir para la mejora del sector, como el acceso estable al producto, combatir la competencia desleal, una transición verde futura y seguridad jurídica.
La propuesta estuvo secundada por el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, que afirmó “no tener sentido que no se baje el IVA al pescado”, con la premisa de compatibilizar en el mar “la vida económica y el medio ambiente de forma ordenada”, poniendo en valor los trabajadores del mar, en especial aquellos con muchos años en el sector, “siendo referencia del futuro. Si va bien el sector, va bien Galicia”.
El acto de entrega de medallas premió a la trayectoria de tres empleadas que dedicaron toda una vida al mar y a la conserva: Dolores Figueira, Olga Ucha y Ramona Conde, de las compañías Escurís, Albo y Costas y Miñán respectivamente. Ambas reivindicaron el papel de la mujer en el sector, haciendo hincapié en su esfuerzo y rememorando sus primeros pasos en el litoral, siempre pegadas al mar.
La medalla a la persona pública destacada recayó en la química Rosaura Leis, presidenta del comité científico de la Fundación Dieta Atlántica, reivindicando el pescado como pieza fundamental de consumo en las familias. “Corremos un riesgo para la salud, con altas cifras de sobrepeso”, alertó Leis. La institución premiada fue la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición y su directora ejecutiva, Isabel Peña, se consideró “imprescindible” su colaboración con grupos del complejo mar-industria tan relevantes como Anfaco.
Para la clausura, Abel Caballero quiso hacer un reconocimiento a un sector “con tanta tradición en la ciudad", empezando por sus trabajadores y trabajadoras que “levantaron las empresas de las crisis en los momentos más difíciles. Hay que saber valorar su carácter y su fuerza", y finalizando por los empresarios e investigadores de los distintos laboratorios cooperando con Anfaco: “Son capaces de llevar al éxito absoluto un proyecto empresarial potente, con la preservación del medio ambiente y dejando para las futuras generaciones un mar mejor”.
En el acto estuvieron presentes más de 150 asistentes, entre industriales relevantes de la cadena de valor: pesca, acuicultura, transformación, comercialización, así como de la distribución alimentaria en España y autoridades como el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda ; el alcalde Abel Caballero; la vicepresidenta Segunda del Congreso, Ana Pastor; la conselleira do Mar, Rosa Quintana y el delegado del Estado en la Zona Franca, David Regades, entre otros. Un evento único para reforzar las relaciones de negocios y que demostrará la cohesión y fuerza del sector pesquero y su cadena mar-industria.
Enrique Albo, premiado por su dedicación al sector
Las medallas de Anfaco-Cecopesca tuvieron un reconocimiento sorpresa a la distinción sectorial, que recayó en las manos de Enrique Albo, por su presencia y visión estratégica para conseguir el éxito al dirigir la empresa Conservas Albo y actualmente trabajando como secretario de la Junta Directiva de Anfaco. Albo hizo un recorrido por toda su vida, con una “vocación por el mar” que fue heredada de sus generaciones anteriores, de gran importancia en el sector conservero vigués.
“Hoy es un día de alegría para todo el mundo pesquero”, afirmó Albo, que recordó con los asistentes anécdotas de su padre, que le dio, además de la vida, la pasión por el mar y por el trabajo en el mundo de la conserva. “Cuando estaba en bachiller mi padre me decía que si hacía un buen curso, me llevaría con él a la costa. Así me trasladó su vocación". Conservas Albo abandonó Vigo en 2022 para trasladarse al polígono de Plisan, en Salvaterra do Miño.
