Hace exactamente cinco años, después de una derrota ante el Málaga, con el deportivismo dividido entre lendoiristas y tinistas y de luto por el fallecimiento de Jimmy en una reyerta en Madrid Río, el entonces entrenador blanquiazul, Víctor Fernández, que regresa mañana a Riazor (16:00), diagnosticó una "autodestrucción" que sigue sin remedio.
El técnico aragonés, ahora a los mandos del Zaragoza, vuelve al estadio Abanca-Riazor por primera vez desde aquella temporada 2014/15 en la que había suplido días antes de la pretemporada a Fernando Vázquez y en la que fue destituido en la jornada 30.
A medio camino entre su incorporación y su despido, Fernández percibió que el Deportivo, entonces en Primera División, estaba ya inmerso en una espiral de destrucción, en los puestos de descenso a Segunda y con una crisis social alarmante. En aquel momento, Víctor detectó "un ambiente de destrucción como nunca había visto en ningún club", que no sabía "adónde va a llevar" al equipo, pero auguraba que "a nada positivo". n