Psicóloga y fondista en Oregon

Carmela Cardama tiene "prácticamente acabada" la carrera de psicología.

A finales del mes que viene regresará a Oregon para dar las puntadas finales y cursar una especialización. Y, por supuesto, para correr. Sobre todo a partir de enero, cuando tiene muy pocas clases a las que asistir y puede centrarse casi al cien por cien en alcanzar su sueño olímpico. La última frontera en su lista de metas precoces.
Pero antes de mirar al futuro conviene analizar el pasado y usarlo como estructura sólida sobre la que cimentar el crecimiento. "Esta temporada empecé con una entrenadora nueva y, aunque al principio me costó, una vez que cogí el ritmo de trabajo, todo fue a mejor", explica, al tiempo que reconoce que, finalmente, ha teminado por "combinarse bien" con su técnica. Y es que esta temporada al otro lado del Atlántico, Carmela ha volado. Un buen resultado tras otro hasta el clímax de la NCAA, donde cosechó una medalla de plata de kilates en el 10.000 para convertirse en la sexta atleta española (hombre o mujer) que se sube a un podio del prestigioso campeonato universitario.
Una progresión fulgurante que confía en continuar en su último año en los Estados Unidos, de los que sueña con despedirse con el billete olímpico bajo el brazo.

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