Atlético de Madrid 1-0 Barcelona

Nuevo juego, viejo resultado

Diego Costa trata de marcharse de De Jong en una de las muchas disputas que contempló el duelo celebrado en el Wanda Metropolitano.
photo_camera Diego Costa trata de marcharse de De Jong en una de las muchas disputas que contempló el duelo celebrado en el Wanda Metropolitano.
El Atlético gana por la mínima al Barcelona, al que superó claramente en el encuentro

Con la expresiva naturalidad que ha asumido su nuevo estilo, el Atlético de Madrid superó también sus complejos ante el Barcelona, al que ganó sin matices, mejor que un rival herido, lejos del nivel que se le presupone, nada constante y doblegado por un doble error que aprovechó Yannick Carrasco (1-0).
Primero, el fallo en el control de Gerard Piqué -luego en el segundo tiempo se retiró lesionado aparentemente de gravedad en la rodilla derecha- y después la salida exagerada o incomprensible, por la distancia que recorrió fuera de su portería, de Ter Stegen, facilitaron el único gol del partido al borde del descanso. 
El detalle que solucionó el triunfo del equipo rojiblanco, pero no puede ser excusa para un Barça sin  agresividad, intensidad y personalidad. También juego, aunque su esprint final le acercó a un empate impensable minutos antes. A nueve puntos del Atlético, la reflexión es necesariamente inmediata. Todo lo contrario que para el bloque de Simeone, que crece sustancialmente.
No es una victoria sin más para el Atlético. Supone la indudable confirmación de esa "evolución" palpable de esta temporada, más allá de la explicación de la presencia de Luis Suárez -este sábado era baja por Covid-19. También la reafirmación de sus números de líder. Y la primera vez que gana Simeone a ese adversario en el campeonato. Al decimoctavo intento. Eso le da aún más dimensión a su triunfo, como las 24 jornadas seguidas invencible en la Liga o como los 19 encuentros oficiales que ya acumula invicto en el Metropolitano. 
Y no es una derrota sin más para el Barcelona. En tiempos de reestructuración, tanto ruido extradeportivo y una irregularidad evidente sobre el terreno, es una duda razonable en el proyecto de Ronald Koeman. Aparte de altibajos, los resultados reflejan más que eso: ha ganado sólo uno de sus seis encuentros más recientes de Liga. Nada habitual ni asumible en un club de su nivel y exigencia.
El Atlético ha mutado. No hay mejor evidencia que su partido contra el Barcelona. Había habido ejemplos este curso, pero siempre queda esa duda de los partidos grandes. Éste lo era. Y no hubo paso atrás. Ni se encerró ni renunció a la pelota como tantas otras veces contra los azulgranas. Muchas veces la quiso y la jugó para ganar, sin ningún matiz, sin ninguna reserva y con toda la determinación, aunque también manejó otros registros, como el contraataque.
En contraste con el Atlético, el Barcelona es un equipo cuyo ánimo es débil. Con el 0-0 compitió. Con el 1-0 se sintió derrotado. Quizá está aún en el periodo de adaptación al proyecto Koeman, pero ni siquiera eso vale como excusa a su segundo tiempo. 
No hubo ni un paso atrás del Atlético, imponente con Koke en el medio. Ni siquiera con el 1-0. Tampoco lo promovió el Barcelona, que en otra época habría provocado una ofensiva que hubiera desarmado a cualquiera. O quizá por medio de Messi, tan desdibujado ya entonces como todo su colectivo, doblegado y herido por el nuevo Atlético. 

Atlético de Madrid: 
Oblak; Trippier, Savic, Giménez, Hermoso; Llorente (Diego Costa, m. 73), Saúl, Koke, Carrasco (Felipe, m. 91); Correa (Kondogbia, m. 83) y Joao Félix (Lemar, m. 83). 
Barcelona: 
Ter Stegen; Sergi Roberto (, Piqué (Dest, m. 61), Lenglet, Jordi Alba; Dembele, De Jong, Pjanic (Braithwaite, m. 82) Pedri (Coutinho, m. 56); Griezmann (Trincao, m. 82) y Messi. 
Gol: 
1-0, m. 48+: Carrasco. 
Árbitro: 
Munuera Montero (C. Andaluz). Amonestó a los locales Koke (m. 8), Carrasco (m. 25), Savic (m. 79) y Giménez (m. 79). 
Incidencias: 
Partido correspondiente a la décima jornada de Primera, disputado en el Wanda Metropolitano sin público

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