Liga de campeones

Morata reanima al Atlético

Álvaro Morata logró el gol de la victoria con un cabezazo
photo_camera Álvaro Morata logró el gol de la victoria con un cabezazo
El conjunto madrileño se impuso al Bayer Leverkusen por la mínima en un partido sin pegada
E l Atlético de Madrid se impuso ayer al Bayer Leverkusen gracias a un cabezazo de Álvaro Morata en el minuto 77, poco después de haber entrado al terreno de juego, rescatando a un Atlético inofensivo, irreconocible y al filo de la decepción del empate.
Presionado por dos victorias en sus ocho partidos precedentes, el triunfo es oro para el equipo rojiblanco, porque le ofrece un tiempo que no tiene y que necesita para recomponerse, armarse y reencontrarse con un Atlético más acorde a su nivel, a su potencial y a la ambición de aspirar a cada uno de los títulos.
A la vez, le mantiene en el camino de los octavos de final de la Liga de Campeones, con siete puntos al ecuador de la fase de grupos, y restituye la confianza y el crédito en casa del equipo rojiblanco, capaz de vencer un duelo que apuntaba sí o sí al empate a nada.
El Atlético no jugó el partido que quería. Y eso es un problema, más aún para un bloque que predispone tanto cada movimiento, cada acción o cada sector. Tampoco manejó la pelota, los espacios ni el control del encuentro como pretendía, exigido demasiadas veces para correr para atrás, por el contragolpe tan explícito de su oponente.
Inferior al Bayer Leverkusen en la puesta en escena, se destinó el primer tiempo, bien por él mismo o bien por su adversario, a un partido de agitación constante, de esos que tan poco le gustan a su técnico, Diego Simeone, porque transforman cada balón perdido propio en una invitación al rival para avanzar sin demora hacia su portería, aunque muchas veces termine en nada, como este martes.
A eso jugó el Leverkusen, que se adaptó mucho mejor al panorama del duelo, que, entre la presión alta y la intensidad que gobernó el choque en el primer tramo, fue un jeroglífico que exigía un imponente nivel de destreza y velocidad de ejecución con la pelota que hoy por hoy no tiene el Atlético, salvo contadas excepciones.
Héctor Herrera fue el mejor jugador del equipo a la hora de jugar el balón, aunque, antes de este choque, había disputado sólo 100 minutos. n

Te puede interesar