El Barcelona sigue acumulando sensaciones raras, más allá de los resultados. El conjunto culé domina los partidos en cuanto a posesión, pero le cuesta un mundo encontrar caminos hacia la portería rival cuando Leo Messi no está especialmente acertado, como sucedió en la noche de ayer en un Camp Nou de nuevo vacío. Con el Real Madrid virtualmente por delante, a los de Setién sólo les vale sumar de tres en tres puntos. Les cuesta, pero ayer lo hicieron.
La primera parte del Barcelona fue plana, mientras que el Athletic tenía muy clara su idea de juego y la llevó a cabó con firmeza y seriedad. Cierto es que, de inicio, los blaugranas dispusieron de alguna que otra ocasión mal finalizada, pero también lo es que el conjunto vasco también supo inquietar la portería de Ter Stegen. El empate sin goles que reflejaba el marcador tras los primeros 45 minutos hacía justicia a lo visto, aunque se estaba jugando mucho más el partido que habían planeado los visitantes que el deseado por los locales.
Tras el descanso, los dos entrenadores tiraron de sus piezas en el banquillo. La primera del Barça, el canterano Riqui Puig, en busca de savia nueva. Y hubo crecimiento en cuanto a ritmo combinativo. La posesión culé ya empezaba a hacer daño y una gran acción de Rakitic sirvió para abrir el marcador.
El Athletic empujó hacia la portería culé con centros muy peligrosos. Messi no cerró el partido y el Barça sufrió, pero ganó.
Barcelona:
Ter Stegen; Semedo, Piqué, Lenglet, Alba; Busquets (Rakitic, min.64), Arthur (Riqui Puig, min.56), Arturo Vidal; Messi, Suárez (Braithwaite, min.84) y Griezmann (Ansu Fati, min.64).
Athletic Club:
Simón; De Marcos, Yeray, Núñez, Balenziaga; Vesga, Unai López (Dani García, min.57), Lekue (Capa, min.69); Sancet (Raúl García, min.78), Williams (Villalibre, min.69) y Córdoba (Muniain, min.57).
Goles:
1-0, min.70: Rakitic.
Árbitro:
Jesús Gil Manzano. Amonestó con una amarilla a Busquets, Rakitic y Núñez.
Incidencias:
Camp Nou, a puerta cerrada.
