El Levante reaccionó ayer ante su delicada situación clasificatoria con una goleada (4-0) ante un Real Betis anodino y desdibujado que ve como su entrenador, Quique Setién, queda seriamente tocado tras su tercera derrota seguida.
El equipo de Paco López empezó el partido con la presión de saberse en zona de descenso tras la victoria del martes del Valladolid y logró un triunfo que se le resistía desde hacía más de dos meses tras el que consiguió en Vigo ante el Celta el pasado 16 de febrero.
El Betis, por el contrario, sale del partido con malas sensaciones para la recta final del torneo, y en especial su técnico, que ha visto perder a su equipo ante el Sevilla, Valencia y Levante en las tres jornadas más recientes.
El Levante salió más enchufado que el Betis. La intensidad y la presión del equipo valenciano agobiaba a los béticos, que no podían sacar el balón jugado desde atrás como acostumbra el equipo de Quique Setién. Así, el Levante se adelantó en el marcador pronto.
Superados los primeros veinte minutos el Betis logró meterse en el partido. Pero al filo de la media hora de juego una contra del Levante que acabó en córner derivaría en el segundo tanto de los locales.
En el comienzo de la segunda parte poco cambió el guión. A pesar de la entrada de Joaquín por Emerson fue el Levante el que exhibió su ímpetu ante un Betis desdibujado y al que no le salía nada. El empeño del equipo local se tradujo en un penalti con suspense incluido por la larga consulta del árbitro al VAR. Coke redondeó la goleada cerca del final.
