baloncesto

Kobe era sencillo y familiar, un tío con cabeza

Kobe Bryant posa junto al vigués Pepe Casal tras la final de Pekín.
photo_camera Kobe Bryant posa junto al vigués Pepe Casal tras la final de Pekín.
En 2007 se presentó en Barcelona para conocer a Pau y lo primero que hizo fue pedirme permiso

Conocí a Kobe Bryant en verano de 2007, cuando vino a Barcelona a conocer a Pau (Gasol) y, de paso, a hacer una visita al Barcelona, porque él era muy futbolero y muy del Barça y del Milan, herencia de su paso por Italia. Estábamos en el gimnasio del hotel Juan Carlos I entrenando y se presentó allí. Ese primer día no trabajó con nosotros, pero después tuve el privilegio de dirigir dos entrenamientos en los que sí participó. Como venía con el Jet-Lag, estaba con los horarios cambiados y lo veías trabajar de 8 a 10 de la mañana. Después, fue curioso que pidió ver al Barcelona y hablamos con el delegado de baloncesto, pero todos creían que era broma, hasta que se dieron cuenta que era muy real.
Volvimos a cruzar nuestros caminos en los Juego Olímpicos de Pekín en 2008. De hecho, fue él el que nos mató en la final. Fue el que hizo el 3+1 de la falta de Berni Fernández. Asumió los tiros en un momento complicado. Ni LeBron James, ni Carmelo Anthony, ni Dwane Wade... Fue él el que acabó decidiendo aquella final.
Tras el partido, nos cruzamos en el pasillo de los vestuarios. Le felicité y fue muy cordial conmigo. Me dijo: "Coach, España ha jugado muy bien. Menos mal que me entraron esos tiros". Ese día nos hicimos una foto que ayer subí a mis perfiles como pequeño homenaje a Kobe.
Era muy sencillo y muy familiar en el trato. No se las daba de estrella. Hablaba muy bien tanto español como italiano y eso facilitaba sus contactos aquí en España. Pero lo diferencial, considero, para su imagen aquí es la profunda amistad que lo unió con Pau. Desde el primer momento se entendieron muy bien y se vio en el rendimiento de esos Lakers. Sabía que necesitaban ese jugador que te hiciese de pegamento del equipo. Pau asumió el liderazgo de Kobe y él se dio cuenta enseguida de que con Pau en el campo el equipo jugaba mejor.
Su muerte en accidente es una verdadera pena. Me ha traído a la memoria otros casos de grandes baloncestistas desaparecidos en accidentes como Fernando Martín, con el que también me unía una gran relación, o Drazan Petrovic. Tres grandes jugadores.
En el caso de Kobe, desde mi percepción y con permiso de LeBron, se trata del segundo mejor jugador de la historia del baloncesto. Sólo Michael Jordan lo supera.
Y fuera de la pista era un tío con clase. Recuerdo aquel día de 2007, cuando apareció en el gimnasio del hotel Juan Carlos I. Estábamos en pleno entrenamiento y lo primero que hizo fue acercarse a mí y pedirme permiso para hablar con Pau. "Sé que están trabajando coach, pero me gustaría hablar con Pau", me dijo en castellano. La verdad es que podía haber parado el trabajo, pero le comenté que quedaban dos ejercicios y esperó pacientemente sin problema alguno. 

*Preparador físico vigués y entrenador personal de Pau Gasol durante muchos años. 

Te puede interesar