mundial de balonmano

La experiencia decidió

El cangués Rodrigo Corrales trata de parar un lanzamiento de Polonia en el encuentro de ayer.
photo_camera El cangués Rodrigo Corrales trata de parar un lanzamiento de Polonia en el encuentro de ayer.
La selección española, con el cangués Corrales en portería, superó por un tanto a Polonia

La selección española de balonmano superó ayer su primera 'final' para poder acceder a la segunda fase del Mundial de Egipto, tras imponerse por 26-27 a Polonia, en un choque en el que los 'Hispanos' volvieron a pagar sus dificultades en el juego ofensivo. 

Si ante Brasil en la primera jornada dejó escapar una renta de seis goles en la segunda mitad, ayer dilapidó los cinco tantos (13-18) que poseía a los cinco minutos del segundo período. Una sequía goleadora que llegó como consecuencia de los fallos de lanzamiento de un equipo español que se empeñó en estrellarse una y otra vez contra el portero polaco Adam Morawski, que cerró el choque con más de un 40 por ciento de paradas. Por su parte, el cangués Rodrigo Corrales disputó todo el encuentro y terminó con una eficacia del 30%. Eso sí, con paradas decisivas en el tramo final.  
Los errores condenaron a España a un nuevo agónico final de partido, en el que a diferencia de lo ocurrido ante el equipo sudamericano en el estreno mundialista, sí hizo valer esta vez su mayor experiencia competitiva. 

Agarrados constantemente por los defensores polacos, los de Jordi Ribera sufrieron lo indecible para hacer llegar el balón a los extremos, el mejor camino dada la sobredosis de kilos y centímetros que luce Polonia en el eje de su defensa. Problemas ofensivos que el conjunto español no fue capaz de resolver ni en superioridad numérica, incapaz de aprovechar las dos exclusiones que sufrió Polonia en los primeros quince minutos de encuentro.
La entrada de Raúl Entrerríos desatascó el ataque español con sus sorpresivos lanzamientos y asistencias. De hecho, sólo con Entrerríos sobre la pista logró aprovechar la nueva superioridad numérica que gozó a falta de menos de ocho minutos para la conclusión del primer período.  Dos sensacionales pases del capitán español permitieron al extremo Ferrán Solé y al pivote Adrià Figueras sumar dos tantos, que posibilitaron, por fin, a España abrir una pequeña brecha (9-12) en el marcador. La tendencia continuó en el comienzo de la segunda mitad y España adquirió una ventaja de cinco tantos (13-18). 

Pero ni aun así logró romper la contienda el combinado español, que pese a las paradas de Rodrigo Corrales, siguió teniendo muchos problemas para contener a los jugadores polacos cuando llegaban al área española en transición. Hecho que permitió a Polonia, aprovechando una exclusión de Viran Morros, meterse de lleno otra vez en el partido, tras reducir su desventaja a tan sólo un gol (18-19).

El encuentro continuó igualado y España tiró de experiencia y de madurez competitiva para manejar mejor que su rival las exclusiones que ambos equipos sufrieron en los instantes finales. Como demostró Joan Cañellas, que a falta de un minuto y medio para la conclusión estableció con un magnífico lanzamiento el 25-27. Decisivo.

Polonia: 
Morawski; Daszek (-), Przybylski (2), Olejniczak (3), Tomasz Gebala (2), Krajewski (-) y Maciej Gebala (3) -equipo inicial- Wyszomirski (ps), Walczak (1),Sicko (6), Majdzinski (3), Czuwara (1), Pilitowski (-), Moryto (5, 4p), Dawydzik (-) y Chrapkowski (-) 
España: 
Corrales; Aleix Gómez (2, 1p), Maqueda (1), Guardiola (-), Marchán (2), Cañellas (1) y Ángel Fernández (5) -equipo inicial- Pérez de Vargas (ps), Solé (2, 1p), Alex Dujshebaev (2), Raúl Entrerríos (5), Sarmiento (-), Dani Dujshebaev (5), Ariño (-), Figueras (2) y Morros (-) 
Parciales: 
1-2, 2-4, 5-7, 8-9, 9-12 y 11-14 (descanso) 13-18, 17-19, 20-20, 22-23, 24-25 y 26-27. 
Árbitros: 
Horacek y Novotny (CZE). Excluyeron por dos minutos a Olejniczak, Daszek, Sicko, Maciej Gebala, Tomasz Gebala y Walczak por Polonia; y a Morros y Gedeón Guardiola por España.

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