El equipo de Jorge Vilda dio la cara ante Estados Unidos pero dos errores lo condenaron
La suerte del equipo español estaba echada. Antes incluso de que diera comienzo el partido, de los penaltis cometidos por Mapi León y Virginia Torrecilla, del hermoso empate de Jenni y de la sentencia, por dos veces desde los once metros, de Megan Rapinoe. Las estadounidenses, defensoras del título, siguen adelante en el Mundial de Francia. El conjunto español se despidió en Reims con una derrota por la mínima (1-2), pero dejó un ejercicio sobresaliente de competitividad ante las favoritas.
Algo desvirtuada –porque así lo requería el guión–, la selección española no se desplegó a partir del pie, sino de los pulmones. Era, tal vez, la fórmula más válida para contrarrestar, al menos de momento, a una escuadra que combina posesión, velocidad y despliegue físico.
Jorge Vilda armó, en consecuencia, un once para resistir la amenaza desde los flancos de Megan Rapinoe y Tobin Heath, alertado también por las punzantes internadas de Crystal Dunn. El envite ante las norteamericanas exigía multiplicar las ayudas a las laterales y contrarrestar prácticamente cualquier plan. Más cuando se lo ponen fácil. Lo hizo Mapi León con un pisotón en el área a Tobin Heath en el minuto 7. Katalin Kulcsar decretó penalti. Megan Rapinoe lo tiró a la perfección colocando el balón en la cepa del poste con mucha potencia.
Con la posesión en su mano, el 0-1 pudo significar para las defensoras del título una suave brisa a su favor, pero en el caluroso junio de Reims erraron lo que no acostumbran. Alyssa Naeher decidió mal en la salida, Becky Sauerbrunn se confió ante Lucía García y Jenni Hermoso dibujó una parábola milimétrica a la red para poner la réplica casi inmediatamente, sólo dos minutos después.
El 1-1 recolocó a la selección española, incluso tras perder a Vicky Losada por un golpetazo en el rostro. Entró Nahikari García, mudó su esquema táctico el técnico español hacia el 4-2-3-1 y las suyas rindieron a gran nivel en otra faceta, la defensiva. El equipo quedó replegado en poco más de 30 metros para facilitar las ayudas por las bandas. Por el centro, el peligro fue sólo la joven Rose Lavelle.
A la metódica estrategia de las oponentes, herencia del fútbol americano a criterio del seleccionador Jorge Vilda, también sobrevivió la mejor selección española del certamen. Las ocasiones en el área estadounidense eran frecuentes y la sensación de que el marcador se podía decantar de su lado cada vez parecía más real.
Pero otro error en área propia condenó al combinado español. Virginia Torrecilla planchó sus tacos sobre la pierna de Lavelle y, tras una larga consulta en el VAR, la húngara Kulcsar decretó pena máxima. A Rapinoe no le tembló el pulso y Estados Unidos progresa a cuartos tras un partido en el que se complicó más de lo esperado. A España, por otra parte, le queda el convencimiento de que su fútbol pisará fuerte en el futuro.
