El partido acabó con pitos del público asistente al propietario del club, Peter Lim, y con aplausos para los jugadores, que no hicieron un buen partido pero que dispusieron al final de alguna ocasión para ganar ante un rival madrileño compacto en defensa que apenas dejó respirar al conjunto local.
El Valencia se presentaba ante su público tras la crisis que había supuesto la destitución de Marcelino García Toral y ante un rival que llegaba a Mestalla como colista y sin puntos en la clasificación. Con todo, el conjunto che necesitó de un penalti de Rubén Pérez sobre el ex céltico Rodrigo –quien formó dúo en ataque junto al también excéltico Maxi Gómez–, que fue ratificado por el VAR, para adelantarse en el marcador. Poco después, un balón de Óscar a un poste fue el anticipo del empate, marcado por el mismo jugador en una acción que también fue revisada por el vídeo arbitraje, pero cuya legalidad no ofrecía duda.
Valencia:
Cillessen, Wass, Garay, Gabriel Paulista, Gayà (Jaume Costa, m.56), Coquelin (Ferran Torres, m.83), Parejo, Kondogbia, Guedes, Maxi Gómez (Kang In Lee, m.59) y Rodrigo.
Leganés:
Juan Soriano, Aitor (Awaziem, m.58), Bustinza, Omeruo, Siovas (Rodriggues, m.72), Silva, Óscar, Rubén Pérez, Recio, Braithwaite y Guido (El Nesyri, m.79).
Goles:
1-0, m.21: Parejo, de penalti; 1-1,m.37: Óscar Rodríguez.
Árbitro:
Estrada Fernández (colegio catalán). Amonestó con tarjeta amarilla por el Valencia a Kondogbia, Ferrán Torres y Gabriel Paulista, y por el Leganés a Recio, Siovas y Rubén Pérez.