La versión más vistosa y determinante de Ousmane Dembélé cortocircuitó ayer en el Camp Nou el plan de la Real Sociedad, que jugó más de medio partido en inferioridad por la expulsión del excéltico Brais Méndez, e impulsó al Barcelona a las semifinales de la Copa del Rey. El equipo azulgrana, que completó un notable primer tiempo, tuvo suficiente con un trallazo del ‘mosquito’ en el minuto 52 y acabó pidiendo la hora en un duelo vibrante. En los últimos compases del encuentro, Marc-André ter Stegen salvó en dos ocasiones el gol del empate del equipo vasco.
Precisamente, el meta alemán dio una lección magistral en los primeros 45 minutos de cómo superar la presión de la Real Sociedad con desplazamientos precisos buscando al hombre libre. Así llegaron algunas de las llegadas claras de su equipo en el primer tiempo, con un Dembélé diabólico en la banda derecha.
Pese al dominio azulgrana, la Real, fiel a su estilo, no renunció al balón y Take Kubo se topó con el travesaño. El duelo, electrizante y vistoso hasta ese momento, se enmarañó por la expulsión de Brais Méndez (min.41). El mosense, al que Jesús Gil Manzano ya había amenazado con amonestarle en una entrada previa a Lewandowski, llegó a destiempo en un lance con Sergio Busquets, al que le propició un plantillazo en la zona del tobillo. El VAR avisó al colegiado, que en un primer momento le había mostrado la amarilla, y finalmente decidió expulsarlo con roja directa.
En el minuto 52, Dembélé ganó una carrera al espacio, activó la sexta marcha y, cuando Remiro pensaba que asistiría a Lewandowski, se inventó un potente trallazo que acabó en la red. Después, el Barça sufrió.
