primera división

El Atlético retrasa el alirón

Saúl recibe un balón después de que Guedes no llegue a cabecearlo.
photo_camera Saúl recibe un balón después de que Guedes no llegue a cabecearlo.

Se impuso al Valencia en un intenso partido y aplazó el título del Barça al menos al sábado

El Atlético de Madrid ganó (3-2) cuando se lo propuso al Valencia, con ambición, solvencia y respuesta en cada una de las dos igualadas de su adversario y con el gol definitivo de Ángel Correa; un giro y un tiro imparables ya para su rival y para aplazar al menos tres días el alirón del Barcelona en esta Liga. Un triunfo que pareció del conjunto rojiblanco dos veces, primero con el veloz 1-0 de Álvaro Morata, nivelado por Kevin Gameiro, y después con el rotundo 2-1 de Antoine Griezmann, empatado de penalti por Dani Parejo, pero que no lo fue hasta la irrupción del atacante argentino, capaz de rebelarse en el momento más inesperado, esta vez en el minuto 81, para agarrar los tres puntos con total convicción.
Tan cierto es que el fútbol hoy es esencialmente un juego de errores como que necesita determinación y destreza para aprovechar cada uno, como lo hizo el Atlético en cada uno de los tres goles con los que doblegó a un Valencia imprevisible, capaz de nivelar dos marcadores adversos, pero también de ser un juguete en las dos primeras dianas locales y permitir una tercera nada más empatar.
El Valencia sólo fue él en algún tramo del partido. En el primer tiempo sanó la herida que le provocó el primer bocado, del que ni se enteró ni el cómo ni el porqué hasta que Neto recogió la pelota de su portería, con el 1-1 de Gameiro cuando el partido cruzó la media hora, cuando pudo acelerar hacia adelante.
Resurgió el Atlético desde el vestuario. No dio margen al Valencia. En cuatro minutos, el Atlético golpeó de nuevo, con un 2-1 desbordante. Aún no fue el de la victoria local, que gobernó ya el duelo, pero concedió un penalti, una mano de Saúl que revisó y confirmó el VAR. La transformó Parejo en el 2-2 en el minuto 77. Insuficiente para repeler la ambición del Atlético. Cuatro después, Correa marcó.n

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