El asturiano repite triunfo en las 24 horas de Le Mans con Toyota
Fernando Alonso vuelve a ser campeón del mundo trece años después, esta vez del Mundial de Resistencia (WEC), tras su victoria en las históricas 24 horas de Le Mans junto a sus compañeros Kazuki Nakayima y Sebastien Buemi.
Al Toyota número 8 del asturiano le bastaba con quedar entre los siete primeros para asegurarse el campeonato mundial de esta 'súper-temporada' 2018-19 del WEC, pero la tríada de pilotos del conjunto japonés se entregó a fondo para repetir el triunfo en la prueba francesa, pues se habían hecho con la victoria en el circuito de La Sarthe –que también contaba para la presente temporada– el pasado año.
Durante la mayor parte de la carrera el Toyota número 8 marchó segundo, llegando a estar a dos minutos del otro Toyota, pilotado por José María 'Pechito' López, Kamui Kobayashi y Mike Conway, cuando quedaban dos horas. Sin embargo, un pinchazo truncó las opciones del número 7, que se quedó un minuto por detrás a falta de una hora para concluir la carrera.
El piloto asturiano –que ya confirmó hace tiempo que no seguiría la próxima temporada en el Mundial de Resistencia– reconoció que fue la suerte quien les ayudó a ganar la prueba: "Nosotros no íbamos tan rápido como ellos (el Toyota número 7) y no merecíamos ganar pero la suerte al final fue un gran factor. Siempre pasan cosas. Y la verdad es que la última vuelta, incluso, se te hace eterna".
Y es que la suerte no siempre ha beneficiado al bicampeón de Fórmula 1. "También ha habido otras carreras y Mundiales de F1 que se nos han escapado inexplicablemente", recordó el asturiano tras lograr su quinta victoria en el WEC. "La suerte esta vez ha estado de nuestro lado, igual compramos un billete de lotería esta noche", bromeaba.
Con un futuro deportivo incierto tras confirmar que no seguirá en el WEC, Fernando Alonso saborea otro campeonato mundial.n
