Celta

"Volver el día 12 es un poco pronto"

Óscar García Junyent, con mascarilla durante un entrenamiento.
photo_camera Óscar García Junyent, con mascarilla durante un entrenamiento.
Óscar García Junyent, entrenador del Celta, asegura que le gustaría contar con Pione Sisto pero "no puede ser"

Al Celta le gusta jugar a los culebrones, a los malentendidos y a los silencios. Esta semana toca la ausencia de Pione Sisto de los entrenamientos, a todas luces debida a una sanción interna perfectamente entendible por haberse marchado a Dinamarca sin permiso. A falta de explicación, se apunta a todos los que dentro del club tienen potestad para tomar la decisión de apartar a un jugador de las sesiones de trabajo. Uno de ellos es el entrenador, Óscar García Junyent, quien ayer se mostró lacónico en su respuesta al respecto en una comparecencia virtual con preguntas previas de los medios de comunicación. "Es un jugador al que me gustaría tener aquí, como a todos, pero de momento no puede ser así", dijo. En el aire queda saber si él ha tenido algo que ver en la decisión o no.
Mucho más claro se mostró en otro aspecto principal de la actualidad futbolística como la fecha de regreso de la competición liguera. Como ya sucedió en anteriores ocasiones, el técnico de Sabadell abogó por la prudencia y consideró que fijar el retorno para el próximo 12 de junio es prematuro. "Tenemos que ir semana a semana, ver si podemos seguir el protocolo tal y como se vaya pautando. El día 12 es un poco pronto para la preparación de los jugadores, que es lo que tiene que primar; la seguridad de que nadie caiga enfermo o lesionado. Si nos precipitamos, puede pasar", señaló. Ahondando en esta cuestión, comentó que "riesgo físico habrá siempre  se empiece cuando se empiece el mes que viene. Incluso lo hay en una pretemporada normal y en ella tienes amistosos y no disputas partidos cada dos o tres días. Está claro que no es lo mismo continuar como estábamos cuando paramos que ahora reiniciar".
García Junyent también se posicionó a favor de la regla de los cinco cambios, pero sólo dentro de una coyuntura como la actual. "En una competición como la Liga, que  no es un Mundial ni un torneo corto, se hace extraño. Poque al final supone cambiar a medio equipo. Pero es una buena idea con estos condicionantes, ya que tiene que prevalecer la salud de los jugadores", analizó.
En ese regreso a la competición, además, hay pendientes  temas contractuales con futbolistas cedidos o que terminan contrato, como le sucede también a él mismo. Sin embargo, el máximo responsable del banquillo celeste asegura no estar preocupado un ápice por tal situación. "Me preocupa el entrenamiento de cada día y tener a los jugadores lo mejor posible. En esos temas, es el club el que marca el 'timing'", resume.
Mientras llegan esos tiempos que marca el Celta, Óscar García Junyent se alegra del paso adelante dado esta semana. "Todo el mundo que está confinado quiere hacer vida lo más normal posible. Esperemos que poco a poco vayamos saliendo, si nos concienciamos todos", señala.
Después de los cuatro primeros días de entrenamiento individual, el técnico hace un pequeño balance de cómo ha visto a sus jugadores. "Con muchas ganas todos de volver a entrenar, ver a los compañeros y compartir entrenamientos. Pero no todos con la misma forma física. Ha habido gente que ha podido entrenar al aire libre y otros que viven en pequeños pisos. No será fácil poner en forma a todos", considera. Por otro lado, asume como necesarias las normas de la reincorporación a los entrenamientos.  "No sólo nosotros, sino el resto de los equipos tenemos que adaptarnos al protocolo e ir mejorando día a día para llegar a la competición al mejor nivel posible. Que no será el máximo porque es imposible", afirma.
Por otro lado, lamentó tener que jugar sin el aliento del celtismo en Balaídos. "Es imposible suplir a los aficionados. Te dan un plus y estábamos teniendo un buen rendimiento en casa. Su falta juega en contra nuestra pero nos tendremos que adaptar", dice. "Un poco en todo. Ha dado tiempo para todo. Revisar partidos, rivales, entrenamientos, partidos de otras ligas… Incluso cosas que hago en verano. He tenido tiempo para adelantar trabajo", apunta sobre el parón.

Entrenador y, por ende, portavoz

El silencioso club empuja a los técnicos

El Celta no tiene un discurso institucional. No lo quiere. Lo basa en apariciones periódicas del presidente en desayunos informativos –dos, a lo sumo tres, por temporada– y en episódicos comunicados. Y basta. En una empresa que genera tanta información, la búsqueda de una voz es continua. Por eso, en los últimos años, han sido los entrenadores los obligados a dar la cara para todo: lo deportivo y lo no deportivo. A los técnicos los hemos oído hablar de sanciones internas, decisiones del consejo, renovaciones, fichajes, reformas de estadio, nueva sede, futura ciudad deportiva... De todo lo divino y lo humano.
En varias ocasiones, los entrenadores han tenido que despejar preguntas remitiendo al silencioso club. Con nula suerte. Esta misma semana, ha sido Óscar García Junyent el primero que ha tenido que hablar sobre la ausencia de Pione Sisto de los entrenamientos. Hoy, el presidente, Carlos Mouriño, hablará. Por fin se conocerá la postura del club sobre tantas cosas...

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