Xoán Martínez explica que "as instalacións son ideais para facer de Vigo a cidade do oval"
A Madroa es la casa histórica del Celta. Una ciudad deportiva con cuatro campos de fútbol, dos de hierba artificial y otros dos de natural, vestuarios y gradas. Una instalación que ya abandonó el primer equipo del club vigués y que, conforme avance la ciudad deportiva de Mos, deberían hacerlo el resto de escuadras de la entidad celeste.
Un proceso que puede ser largo, pero el Vigo Rugby ya levanta la mano para solicitar ser el nuevo inquilino de la instalación municipal. Así lo explica Xoán Martínez, el presidente de la entidad, que entiende que un traslado hasta los campos de Candeán, "levaría ó club e o rugby galego a unha nova dimensión. Imaxina o nivel dos torneos e as concentracións da selección galega que se poderían facer alí", expresa el mandatario que tiene un proyecto de rugby a largo plazo y desea convertir a Vigo "na cidade de referencia do balón oval".
El club se encuentra ahora instalado en la Universidade de Vigo, pero en los últimos años creció el número de practicantes y "xa vimos falando co concello para ter unha solución en Vigo. Entre os cativos, os Melgachos e os quipos sénior temos 400 deportistas. O noso proxecto é chegar ós 1.000 e pasar iso precisamos campos, tanto de herba natural como artificial". En la actualidad, las formaciones del club entrenan entre los campos de As Lagoas "onde estamos moi contentos" y el de la ETEA, que "é compricado para aumentar os xogadores por dimensións do campo e horarios. Por iso entendemos que podemos ter unha solución municipal para crecer. Somos a maior canteira de Galicia e a de máis calidade, xa que quedamos campións o ano pasado nas tres principais categorías inferiores", describe Xoán Martínez.
El dirigente tiene claro el proyecto y también que los campos de A Madroa se adaptan a las necesidades de un club de rugby al disponer de dos campos de hierba natural, algo básico en el deporte del balón oval en el que los jugadores se pasan muchos minutos tirados en el césped.
El mandatario sabe que la mudanza definitiva del Celta tardará meses, incluso años, pero ya levanta la mano y se postula como inquilino de unas instalaciones más que interesantes y que, sin duda, permitirán al club vigués disponer de una ciudad deportiva que sería envidia, no sólo de Galicia, sino de la mayoría de equipos de España de rugby. A Madroa puede no servir al Celta, pero para el Vigo Rugby sería un tesoro. "Unha oportunidade que non podemos deixar pasar", concluye Martínez.n
Un proceso que puede ser largo, pero el Vigo Rugby ya levanta la mano para solicitar ser el nuevo inquilino de la instalación municipal. Así lo explica Xoán Martínez, el presidente de la entidad, que entiende que un traslado hasta los campos de Candeán, "levaría ó club e o rugby galego a unha nova dimensión. Imaxina o nivel dos torneos e as concentracións da selección galega que se poderían facer alí", expresa el mandatario que tiene un proyecto de rugby a largo plazo y desea convertir a Vigo "na cidade de referencia do balón oval".
El club se encuentra ahora instalado en la Universidade de Vigo, pero en los últimos años creció el número de practicantes y "xa vimos falando co concello para ter unha solución en Vigo. Entre os cativos, os Melgachos e os quipos sénior temos 400 deportistas. O noso proxecto é chegar ós 1.000 e pasar iso precisamos campos, tanto de herba natural como artificial". En la actualidad, las formaciones del club entrenan entre los campos de As Lagoas "onde estamos moi contentos" y el de la ETEA, que "é compricado para aumentar os xogadores por dimensións do campo e horarios. Por iso entendemos que podemos ter unha solución municipal para crecer. Somos a maior canteira de Galicia e a de máis calidade, xa que quedamos campións o ano pasado nas tres principais categorías inferiores", describe Xoán Martínez.
El dirigente tiene claro el proyecto y también que los campos de A Madroa se adaptan a las necesidades de un club de rugby al disponer de dos campos de hierba natural, algo básico en el deporte del balón oval en el que los jugadores se pasan muchos minutos tirados en el césped.
El mandatario sabe que la mudanza definitiva del Celta tardará meses, incluso años, pero ya levanta la mano y se postula como inquilino de unas instalaciones más que interesantes y que, sin duda, permitirán al club vigués disponer de una ciudad deportiva que sería envidia, no sólo de Galicia, sino de la mayoría de equipos de España de rugby. A Madroa puede no servir al Celta, pero para el Vigo Rugby sería un tesoro. "Unha oportunidade que non podemos deixar pasar", concluye Martínez.n
