El World Padel Tour vive la crisis sanitaria de modo intenso no solo de puertas adentro (España), sino también en su vertiente internacional, con nueve pruebas en otros países europeos y de América. Y todo, ya sacados de calendario hasta cinco eventos desde que la cita de Vigo fue la primera en caer.
Suspendido el Open de As Travesas, el primero aplazado que se anunció de común acuerdo entre el circuito profesional y el Concello (estaba previsto del 25 al 29 de marzo), incluso antes de que el Gobierno decretara el estado de alarma, las anulaciones han llegado en cadena. Yucatán (México, 13-15 de marzo), Estocolmo (15-18 de abril), el Challenger de Albacete (21-24 de abril) y el Open de Alicante (27 de abril al 3 de mayo) han sido los siguientes en una cascada que amenaza también, por lógica, mayo y junio.
"La organización del Circuito Profesional, que está en permanente contacto con todas las sedes en busca de soluciones conjuntas, realizará todos sus esfuerzos para encontrar un hueco en el calendario de la presente temporada que permita reubicar las pruebas de Alicante y Vigo y ofrecer a sus respectivos aficionados el espectáculo del mejor pádel del mundo", rezaba el último comunicado de la organización que gestiona este deporte a nivel profesional. El compromiso entre WPT y Concello es claro: jugar si hay fechas. Con junio demasiado cercano en la batalla contra el virus (aunque están inicialmente previstos torneos en Buenos Aires, Lleida y Valladolid), julio y agosto son los únicos meses más liberados (citas de Valencia y Málaga).
Pero los problemas para el WPT continúan. La advertencia de Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, de que el estado de alarma se mantendrá más allá del próximo día 26 –aunque a otra escala, dependiendo de las directrices de las autoridades sanitarias–, pone una interrogación sobre inmediatas competiciones como el Open de Oviedo (13-17 de mayo).
Entonces, con este panorama ¿sería necesario cancelar más pruebas para poder garantizar la reubicación de las sedes españolas? Sí. Pero también depende del avance de la pandemia en otros países, del levantamiento de fronteras para españoles, de las nuevas medidas de movilidad en España y de la posición de jugadores y WPT respecto a la situación sanitaria en otros países (Open de Italia y Open de Bélgica en septiembre; Open de Suecia y Open de México en noviembre; Open de Brasil, en diciembre).
La posición del WPT es complicada. ¿Expansión o retener los torneos españoles reajustando el calendario desde agosto? El Open de Vigo ofrecía 127.370 euros en premios a los jugadores. El circuito maneja 156 jugadores (los 100 primeros del ránking y las 56 mejores) con contrato, de cinco años, de prestación de servicios profesionales que en enero de 2021 percibirán, si acuden a todos los campeonatos oficiales, una suma total de 642.000 euros por el ejercicio 2020.
Vertiente internacional
Pero para eso, el WPT tiene que ofrecer su espectáculo y, probablemente, constreñirlo en el segundo semestre del año. Para el consejo de administración del circuito profesional la incertidumbre no se ajusta únicamente a recolocar dos o tres sedes españolas, sino a su vertiente internacional y a los contratos ya firmados con patrocinadores y sedes.n
