Aras la tierra con esfuerzo, siembras cultivos de calidad, los riegas y abonas con mimo y cariño. Todos los ingredientes para una cosecha de primera calidad. Pero llega el momento de la recogida y de la nada surge una granizada, o un diluvio, o una sequía. O un grupo de desalmados arrasan con todo. No importa el motivo. Pero un esfuerzo máximo puede quedarse con un rédito mínimo. O inexistente. Es lo que le sucedió ayer al Celta B en Barreiro. Un doblete de Joselu fue un castigo excesivo e injusto para un equipo celeste que generó ocasiones de todos los colores y al que le anularon dos goles por un fuera de juego muy justo y otro inexistente.
El equipo local quería la pelota y el visitante no. Todos contentos. Los pupilos de los hermanos Montes manejaron el tempo en unos primeros compases tediosos que no ayudaban a sacudir el frío del cuerpo. Un tiro arriba de Solís fue la única chispa que dilató las pupilas de los aficionados, más pendientes de abrigarse bien que de lo poco que sucedía sobre el césped.
Con el paso de los minutos y casi por inercia, las aproximaciones a las áreas aparecieron. Joselu, siempre incisivo, avisó dos veces. Primero con un centro chut y luego con un disparo lejano. En ambas surgió Fran Vieites para blocar. A la tercera, no perdonó.
El Racing se adelantó en el tramo final del primer tiempo, justo cuando mejor estaba el Celta B. El equipo de los Montes encontró un filón en las caídas de Solís a la izquierda para asociarse con Jacobo. Entre los dos cosieron una fantástica combinación que acabó con un cabezazo franco de Apeh que desbarató Diego Rivas. Jacobo y Bermejo también lo probaron, pero sus disparos se fueron altos.
Así, casi sin intentarlo, llegó el gol de Joselu. Rodellar despejó de cabeza un saque de puerta de Fran Vieites y la pelota sobrepasó la línea defensiva. El ariete de Palmeira entró a la carrera y con un zurdazo seco y cruzado batió al meta local.
De nuevo, un mazazo inmerecido en Barreiro para el Celta B. Tocaba lamerse las heridas y los de celeste lo hicieron en la caseta. A la vuelta, estampida. La salida en tromba del filial céltico encontró a Apeh al espacio. El nigeriano cruzó demasiado ante la salida de Diego Rivas y Bermejo no acertó a embocar con la derecha y muy escorado. Poco después, Moha disparó fuera desde la frontal. Fue el comienzo de un asedio que se prolongó hasta el final, en el que los jugadores de celeste lo dieron todo para terminar quedándose con la hiel en los labios.
El carrusel de ocasiones continuó con un error de Solís tras una gran acción de Dani Molina. Pero los jugadores célticos no fueron los únicos que erraron. Losada, que llevaba apenas un instante en el césped, cazó un balón suelto en el área para empatar. Pero no. El brazo del árbitro estaba en alto para indicar un fuera de juego muy justo. Más tarde fue, el línea el que alzó el banderín para invalidar un cabezazo de Solís, que entraba en posición correcta.
Fueron las acciones en las que los locales sí pudieron perforar la meta de Diego Rivas. En el resto, la falta de pegada penalizó un gran juego coral del equipo, con Molina y Moha aglutinando por dentro y Carreira profundizando por fuera. Losada, Fontán a la salida de un córner, Gabri Veiga desde el banquillo. Todos tuvieron su opción. El problema es que Joselu también la tuvo. Y como no hay peor cuña que la de la propia madera, el exdelantero del Celta B no perdonó.
Celta B:
Fran Vieites; Carreira, Manu Farrando, Ros, Fontán (Pampín, min. 71); Dani Molina, Moha (Gabri Veiga, min. 80); Bermejo, Solís, Jacobo (Losada, min. 54); y Apeh.
Racing de Ferrol:
Diego Rivas; Seoane, Quique Fornos, Bruno, Villarejo; Armental (Dani Abalo, min. 71), Fernando (Pablo Rey, min. 80), Rodellar, Tavares; Joselu y Juan Antonio (Pau Bosch, min. 68).
Goles:
0-1, min. 39: Joselu; 0-2, min. 76: Joselu.
Árbitro:
PérezFernández. Amonestó con tarjeta amarilla a los jugadores locales Bermejo y Solís y a los visitantes Seoane, Tavares y Quique Fornos.
Incidencias:
Partido disputado en el campo de Barreiro ante 1.000 espectadores.
