CELTA

Un punto con la nariz tapada

El colombiano Jeison Murillo debutó con el Celta y fue su mejor jugador como baluarte en la defensa.
photo_camera El colombiano Jeison Murillo debutó con el Celta y fue su mejor jugador como baluarte en la defensa.
El Celta logra un valioso empate ante el Athletic (1-1) pero entra en descenso. Sobrevive sin gran juego a la fuerte presión de los vascos, que neutralizaron de penalti el gol de Rafinha

El Celta, por momentos vapuleado y en gran medida obligado a renunciar a su ideal futbolístico, sacó ayer un punto de su visita a San Mamés. Es decir, que lo mejor fue el resultado. Porque el Athletic fue superior a un conjunto vigués que vuelve a caer en descenso y que, a pesar de todo, durante 20 minutos soñó con llevarse un triunfo merced al tanto de Rafinha, neutralizado después por el de Raúl García de penalti.

El fútbol con regulador de presión contra el fútbol a chorro. Casi tanto como decir el fútbol antiguo contra el moderno. Hoy, la intensidad marca. Y la falta de intensidad mata. Es decir, que si no eres intenso, estás muerto. Salvo que tengas la fortuna de lado como le sucedió ayer al Celta en los primeros minutos del partido en San Mamés. Los célticos quisieron regular el caudal de su fútbol mientras el del rival los anegaba. Explotando sus virtudes, los bilbaínos echaban sal en las heridas del conjunto vigués, incluso más necesitado de confianza que de puntos. Y mira que necesita los puntos.
Óscar García Junyent, técnico celeste, echó mano enseguida de Jeison Murillo, el primer fichaje celeste del mercado de enero. Se intuye que tanto por convicción como por deseo de explotar una baza no salpicada de la herrumbre futbolística de los últimos no sé cuantos meses. Además, dejó en el banquillo al pizpireto Pione Sisto para dar entrada a Brais Méndez para dibujar un 4-4-2 con el mosense y Rafinha y por bandas y Iago Aspas con Santi Mina en punta. Apuesta que tuvo una variante todavía en el primer tiempo, liberando a Rafinha de la banda y aportando a ella el despliegue físico de Mina.

Lo bueno de empezar fatal un partido es que tienes mucho margen de mejora según avancen los minutos. Porque que el marcador siguiese con empate sin goles al llegar el primer cuarto de hora es lo más parecido a un milagro futbolístico. No sorprendió el Athletic en el camino elegido, pero no siempre es necesario sorprender. Con insistir en tus puntos fuertes basta. Íñigo López, Raúl García, Murillo en propia puerta tras una acción casi graciosa, Yeray... Todos ellos pudieron marcar y no lo hicieron.
Al verse vivo, el Celta empezó a pisar el campo rival, hasta entonces meramente un horizonte. Sendas apariciones por el área rival de Okay y Olaza y la aparición de Rafinha en el arranque del juego le permitieron al conjunto vigués comenzar a respirar y convirtieron  el monólogo en diálogo. Con más frases del conjunto local, bien es cierto, pero similar contundencia. En la recta final de la primera parte, como para certificar este nuevo reparto de roles, sendas ocasiones claras de gol: un cabezazo de Muniain dentro del área pequeña celeste que Rubén detuvo con una gran parada; y una acción de Aspas que acaba con un centro de gol que Mina no acierta a meter dentro de la portería en el segundo palo.
Tras el descanso, el Athletic repitió plan y casi logró el mismo resultado. De hecho, aunque el agobio fue algo menor, las ocasiones también fueron preclaras. Rubén detuvo un intento de Yuri, que fue una pesadilla en forma de tractor por su banda, y Kevin sacó milagrosamente un remate de Williams en el área pequeña. Los bilbaínos apostaron todo el encuentro por alcanzar las bandas y centrar. Y lo lograron casi siempre. La banda derecha local quedó algo más tapada cuando Mina pasó a esa demarcación, pero la izquierda siempre inquietó a un Kevin desbordado por la escasa ayuda.

Tanto de Rafinha
Pero cuando todo pintaba negro, el Celta alcanzó a llevarle el balón a Iago Aspas cerca del área rival. El moañés, al que le falta un punto de velocidad, tuvo la clarividencia para limpiar la jugada llevando el balón hacia la zona central, donde apareció Rafinha para cruzar con inteligencia su disparo y batir a Iago Herrerín. Era el minuto 55 y el marcador sonreía a los célticos sin apenas merecerlo. Pero no está el horno celeste para despreciar regalos del destino.
Al Athletic le costó un tiempo rehacerse, pero lo logró siguiendo su receta: empuje con sentido. Fue aumentando el nivel de acoso al aprovechar que el Celta seguía concediendo demasiadas faltas laterales y un número exagerado de saques de esquina. El balón sobrevolaba demasiado el área, lo que era un peligro pese a contar el bando celeste con un controlador aéreo de primer orden como Jeison Murillo.
El equipo vigués trató de sobrevivir a la contra. Y dispuso de una con un germen prometedor que desperdició Beltrán con un mal pase. Bajó hacia su propia área el céltico sintiéndose culpable y estiró el brazo para tapar otro centro lateral bilbaíno. El balón impactó en su extremidad y Raúl García anotó el penalti del empate.
Restaba todavía un cuarto de hora para sumar, al menos, un  punto. La única consigna era aguantar. La gritó a voces Óscar García Junyent desde el banquillo cuando sacó a Aidoo por Brais. Hubo cinco minutos de descuento y no faltaron un par de ocasión de Raúl García y Villalibre. Pero no hubo más goles.

Athletic:
Iago Herrerín; Capa, Yeray, Iñigo Martínez, Yuri; Dani García, Unai López; Williams (Lekue, m.81), Muniain, Ibai; y Raúl García (Villalibre, m.66).
Celta:
Rubén Blanco; Kevin Vázquez, Jeison Murillo, Néstor Araujo, Lucas Olaza; Rafinha Alcántara (Denis Suárez, m.78) Okay Yokuslu , Fran Beltrán, Brais Méndez (Joseph Aidoo, m.86); Iago Aspas y Santi Mina (Pape Cheikh, m.67).
Goles:
0-1, m.56: Rafinha; 1-1, m.76: Raúl García, de penalti.
Árbitro:
David Medié Jiménez (Comité Catalán). Mostró tarjeta amarilla a los locales Capa (m.12), Unai López (m.19), Yuri (m.27), Iñigo Martínez (m.83) y a los visitantes Araujo (m.23), Rubén (m.72), Kevin Vázquez (m.92).
VAR: Carlos del Cerro Grande (Comité Madrileño).
Incidencias:
Partido disputado en San Mamés ante 41.348 espectadores.

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