Un guerrero con olfato de gol

 En un día en el que el Celta volvió a ser el equipo sin fuerza y sin intensidad de la pasada temporada y el comienzo de la actual –sobre todo en la primera parte–, Néstor Araujo dio una lección de dignidad y se dejó la piel en cada acción. El central mexicano estuvo expeditivo en defensa, ayudó a sacar el balón limpiamente desde atrás, cortó intentos de contragolpe del Leganés y se sumó al ataque. Tanto, que fue el autor del primer gol del equipo vigués al rematar de cabeza al fondo de la portería de Cuéllar un servicio del Toro Fernández, también con la testa, tras una falta sacada por Pione Sisto. Sólo hay una línea en el Celta que no han tocado hasta el momento –siempre que han podido– ni Fran Escribá antes ni Óscar García Junyent ahora: la defensa. Y en buena parte se debe a la pareja de centrales que han formado Aidoo y Néstor Araujo. Mientras el ghanés aporta velocidad y contundencia, el internacional mexicano destaca más por la colocación y su capacidad con el balón en los pies. Ayer, sobre todo en la segunda parte, estuvo en todas las acciones que en las que se decidía algo y no sólo en la última línea, sino también en la medular e incluso en la ofensiva. Un buen partido del defensa azteca, que con toda seguridad continuará siendo el titular en la parte izquierda del centro de la zaga. n