El equipo vigués quiere acabar con su gafe en Mendizorroza, donde nunca ha logrado ganar en Primera División
El Celta necesita empezar a ganar fuera de casa. El equipo vigués consiguió su última victoria lejos de Balaídos el 8 de diciembre del año pasado, en La Cerámica frente al Villarreal (2-3), y desde entonces ha pasado más de trescientos días y quince partidos que se saldaron con nueve derrotas y seis empates.
La actual situación clasificatoria del conjunto celeste exige, además, sumar de tres cuanto antes. Sin embargo, el próximo campo que visitará el Celta, Mendizorroza, no es precisamente el más propicio para sus intereses, al menos en Primera División.
Y es que, en la máxima categoría del fútbol español, el cuadro vigués no ha logrado una sola victoria hasta el momento en el campo del Alavés. Once veces se ha enfrentado la formación celeste a la vitoriana en tierras vascas históricamente en la Liga con el resultado de ocho victorias locales y tres empates.
Unos números nada halagüeños para un Celta que, sin embargo, en Segunda División sí ha conseguido batir al Alavés en Mendizorroza, donde sumó cinco triunfos, otras tantas derrotas y cuatro empates en la categoría de plata.
Históricamente, vigueses y vitorianos presentan un balance extremadamente equilibrado, ya que se han enfrentado en 62 ocasiones, con 23 victorias para cada uno y dieciséis empates, una igualdad que podría romperse el próximo domingo en el campo alavesista, donde el Celta no gana desde enero de 2009, en Segunda División, cuando se impuso 1-2 con dos tantos de David Rodríguez.
El equipo de Fran Escribá tratará de aprovechar en esta ocasión que el Alavés tampoco ha empezado la temporada de la mejor manera. La salida del técnico Abelardo Fernández y de varios jugadores importantes ha mermado el bloque que dirige ahora Asier Garitano, que presenta unos números similares a los del conjunto vigués. Decimoséptimo en la clasificación con 8 puntos, uno menos que el Celta, el cuadro vasco lleva exactamente los mismos goles a favor (5) y en contra (9) que los celestes. Los vitorianos, eso sí, cuentan con la ventaja de Mendizorroza, donde el equipo vigués se quedó sin una final de la Copa del Rey y donde todavía no ha logrado vencer en Primera. Hora de romper el gafe. n
La actual situación clasificatoria del conjunto celeste exige, además, sumar de tres cuanto antes. Sin embargo, el próximo campo que visitará el Celta, Mendizorroza, no es precisamente el más propicio para sus intereses, al menos en Primera División.
Y es que, en la máxima categoría del fútbol español, el cuadro vigués no ha logrado una sola victoria hasta el momento en el campo del Alavés. Once veces se ha enfrentado la formación celeste a la vitoriana en tierras vascas históricamente en la Liga con el resultado de ocho victorias locales y tres empates.
Unos números nada halagüeños para un Celta que, sin embargo, en Segunda División sí ha conseguido batir al Alavés en Mendizorroza, donde sumó cinco triunfos, otras tantas derrotas y cuatro empates en la categoría de plata.
Históricamente, vigueses y vitorianos presentan un balance extremadamente equilibrado, ya que se han enfrentado en 62 ocasiones, con 23 victorias para cada uno y dieciséis empates, una igualdad que podría romperse el próximo domingo en el campo alavesista, donde el Celta no gana desde enero de 2009, en Segunda División, cuando se impuso 1-2 con dos tantos de David Rodríguez.
El equipo de Fran Escribá tratará de aprovechar en esta ocasión que el Alavés tampoco ha empezado la temporada de la mejor manera. La salida del técnico Abelardo Fernández y de varios jugadores importantes ha mermado el bloque que dirige ahora Asier Garitano, que presenta unos números similares a los del conjunto vigués. Decimoséptimo en la clasificación con 8 puntos, uno menos que el Celta, el cuadro vasco lleva exactamente los mismos goles a favor (5) y en contra (9) que los celestes. Los vitorianos, eso sí, cuentan con la ventaja de Mendizorroza, donde el equipo vigués se quedó sin una final de la Copa del Rey y donde todavía no ha logrado vencer en Primera. Hora de romper el gafe. n
