El Celta sobrepasó esta semana los 365 días de duración de una campaña que se irá, probablemente, a los 377
El pasado martes se cumplió un año desde que el Celta inició la pretemporada del actual curso 2019/2020, que ha terminado siendo atípico a más no poder con un final comprimido en junio y julio. En esos 12 meses bien cumplidos –incluyendo un febrero con 29 días, como buen año bisiesto–, la plantilla celeste se ha mantenido activa, aunque bien es cierto que estuvo casi dos meses sin acudir a los entrenamientos en A Madroa debido a la pandemia del coronavirus Covid-19. No hubo competición, pero los futbolistas tuvieron que seguir un plan de trabajo marcado por el club y permanecer en Vigo, aunque Pione Sisto y Fiodor Smolov se saltasen esta última norma.
No es nada habitual que el Celta esté todavía jugando en pleno mes de julio. De hecho, hasta estos cinco encuentros –de los que disputó dos y le faltan tres–, el primer equipo vigués tan solo había jugado cuatro encuentros oficiales más en el séptimo mes: la final de Copa del 48 (4 de julio), dos duelos de promoción a Primera en 1953 (5 y 12 de julio) y la vuelta de la semifinal de Copa ante el Real Madrid en 1968 (1 de julio).
Por el momento, la temporada se ha ido ya a los 368 días de duración y todavía faltan, probablemente, otros nueve hasta el final de Liga el domingo 19. Lo más parecido en la historia céltica es lo vivido en la campaña 2000/2001, cuando la disputa de la Copa Intertoto y el hecho de llegar a la final de Copa convirtió aquel curso en excepcionalmente largo. Con todo, la pretemporada aquel año comenzó el día 1 de julio y el último partido –la final de Sevilla– fue el 30 de junio. Es decir, justo un año menos un día.
Eso sí, esa temporada sí que supuso más días de competición entre el primer encuentro, el 15 de julio, y el último. Fueron 349, por los 336 a los que se irá el presente curso. Sea como sea, la actual campaña pasará a la historia.n
No es nada habitual que el Celta esté todavía jugando en pleno mes de julio. De hecho, hasta estos cinco encuentros –de los que disputó dos y le faltan tres–, el primer equipo vigués tan solo había jugado cuatro encuentros oficiales más en el séptimo mes: la final de Copa del 48 (4 de julio), dos duelos de promoción a Primera en 1953 (5 y 12 de julio) y la vuelta de la semifinal de Copa ante el Real Madrid en 1968 (1 de julio).
Por el momento, la temporada se ha ido ya a los 368 días de duración y todavía faltan, probablemente, otros nueve hasta el final de Liga el domingo 19. Lo más parecido en la historia céltica es lo vivido en la campaña 2000/2001, cuando la disputa de la Copa Intertoto y el hecho de llegar a la final de Copa convirtió aquel curso en excepcionalmente largo. Con todo, la pretemporada aquel año comenzó el día 1 de julio y el último partido –la final de Sevilla– fue el 30 de junio. Es decir, justo un año menos un día.
Eso sí, esa temporada sí que supuso más días de competición entre el primer encuentro, el 15 de julio, y el último. Fueron 349, por los 336 a los que se irá el presente curso. Sea como sea, la actual campaña pasará a la historia.n
