Estoy muy contento porque la gente me lo agradece". Fran Teixeira necesita estos días de toda su rabia –su cordial mala leche–, ésa de la que tantos años hizo gala delante de un banquillo, para salir adelante después de los duros golpes que ha recibido su salud en los últimos meses. Pero, todavía convaleciente, reserva un gran espacio en su alma para el balonmano y siente el Mundial que se está disputando estos días en Pontevedra y Vigo como algo suyo. Porque lo es. "Ha sido fundamental. Desde el primer día, me echó una mano", reconoce Bruno López, presidente de la Federación Galega de Balonmán.
"Me da rabia no poder estar ahora en el día a día", reconoce el laureado entrenador gallego, con 11 títulos a sus espaldas y 8 ascensos con diversos equipos. Sí hizo un esfuerzo para acudir a la gala de inauguración del pasado martes, un evento parido en gran parte por él. Él fue quien encontró los grupos de baile, él fue el que halló el grupo musical, él contactó con la empresa de eventos... Él dejó su huella en una organización que fue alabada por todas las selecciones.
Pero no se queda ahí su aportación. De su mano también llegaron los coches oficiales –como el que fue a recogerlo el mentado día de la ceremonia de inauguración– y tantos y tantos consejos que dio al presidente de la Gallega. "Todos los días me está encima", reconoce con una sonrisa el responsable federativo. Y Fran lo refrenda: "Ahora hay cosas que ves que a lo mejor se podían hacer de otra manera. Todo está yendo bien pero me fastidia no poder estar ahí de continuo". De hecho, tiene en su cabeza muchas ideas para la gala que se celebrará el día 23 en el Pazo de Cea de Nigrán, elegido también por su persona de la mano de Bruno López.
Porque el balonmano es su pasión. Cuando la salud acompaña y cuando no. Mientras recupera fuerzas del momento más duro de su vida –"las semanas en el hospital es algo que no se lo deseo a nadie"– su cabeza sigue pensando en balonmano. Confiesa, sin rubor, que mientras los médicos dudaban de su recuperación en los primeros días y sólo la familia más cercana podía pasar a verlo, le dijo a su hijo: "Pásame la libreta que voy a hacer al equipo". El Chapela siempre en mente. "Ahí vieron que mi cabeza funcionaba", bromea.
Hace 30 años
Esa pasión lo llevó ayer a acercarse hasta el pabellón de As Travesas para ver el partido que enfrentó a España con Serbia. Porque quiere estar lo más cerca posible de un evento que le retrotrae al que se celebró hace 30 años en la provincia de Pontevedra. "Aquel año fue el de nuestro ascenso con el Teucro. Aquel Mundial no lo organicé, pero lo viví muy de cerca porque al acabar de entrenar cada día me venían a buscar para llevarme a la Televisión de Galicia, donde se hacía un programa especial y yo hacía de comentarista. Además, iba a todos los partidos de España para narrarlos", rememora. De hecho, en su propio fondo videografico guarda aquellos encuentros de hace 30 años, que han inspirado un vídeo retro elaborado con motivo del actual Mundial.
Porque Fran es historia y es presente. Una de las piezas más valiosas del balonmano gallego. Un compendio de experiencia y sabiduría al servicio del que quiera utilizarlas para el bien de su balonmano. Esa pasión que la enfermedad no merma un ápice.n
