ENTREVISTA | Tamara Abalde, fichaje del Ensino lucense

"El baloncesto me dio mucho, a nivel deportivo y personal"

Tamara Abalde
photo_camera Tamara Abalde.

Tamara Abalde (Ferrol, 6 de febrero de 1989) cambió esta primavera el Araski vitoriano por el Ensino lucense de Liga Femenina 1. De esta forma, vuelve a un club de Galicia tras comenzar su carrera en el Celta Bosco, que dejó en el año 2007 camino de la Universidad de Lamar (Texas). 

¿Cómo llega al Ensino?
Resultó sencillo. El club tiene un proyecto bueno, que lucha por cosas interesantes cada temporada como entrar en la Copa de la Reina y jugar los 'play-offs'. Además, me gusta mucho el equipo que están haciendo para la próxima temporada, me ilusiona mucho y, obviamente, el hecho de estar tan cerca de casa es un aliciente bonito para mí a estas alturas de mi carrera y de mi vida. Los agentes se mueven en el mercado, había esta opción. Me gustó y para adelante. 

De la información que maneja, ¿qué nivel van a tener?
Es un equipo para ser ambiciosos, trabajar mucho y jugar con intensidad. Pelearemos por cosas bonitas, como los dos últimos años.  

¿En qué momento se encuentra?
Tengo ya 32 años y me encuentro bien. Disfruto mucho y, físicamente, estoy en condiciones. Los años van pasando y ya llevo desde los 16 como profesional. El tiempo pasa y el final se va acercando, pero estoy en un momento dulce. Disfruto mucho, igual por esa experiencia que te dan los años. Pongo las cosas en perspectiva y me saben mejor cosas que, de más joven, pasas por alto.  

¿Lo que más cuesta es mantener la motivación?
Es diferente. Las cosas van cambiando y encuentras esa motivación en aspectos distintos. Tengo la suerte de, hasta ahora, encontrar proyectos que me ilusionan. Pasé un año bueno en Vitoria y ahora me motiva mucho poder ir a Lugo. Disfruto del juego.  

A nivel físico, ¿nota que cuesta un poco más?
Mi cuerpo está siendo agradecido y creo que nota los años de trabajo. Parece que tiene memoria y, hasta el momento, no estoy acusando la edad. No es igual que con veinte años, la recuperación es más larga, pero me encuentro bien y, la verdad, entrar en forma no me cuesta. Igual la dinámica de trabajo de tanto tiempo hace que el cuerpo tenga esa memoria. No pierdo mucho la forma en verano y, después, tampoco me cuesta adquirirla en pretemporada. 

Es un año de Juegos Olímpicos, ¿mantiene la esperanza de poder acudir a Tokio?
Nunca se sabe. En ocasiones vienen sorpresas, pero sí que es algo que ya no está en mi cabeza por el recorrido que ha ido teniendo en los últimos años la selección española. Está entrando gente joven y no estuve en las últimas llamadas. Pero yo estoy disponible, con el teléfono encendido para ir. 

Empezó con esos 16 años. Su papel en el juego cambia mucho con su actualidad. 
Imagínate, llevo esos 15 años de profesional. He tenido roles de todo tipo en equipos diferentes y, ahora mismo, estoy en un momento bueno, contenta y disfrutando. 

¿Cómo afecta, a nivel personal, ver cómo compañeras con  las que empezó van dejando el deporte?
Es un proceso bonito y yo también estoy preparada. He ido haciendo cosas y no me asusta el momento de retirarme. Cuando tome la decisión lo haré tranquila y tras disfrutar de lo vivido. Pero todavía me queda. Yo empecé muy joven y ahora ves cómo llega gente joven. Eso es ley de vida y llega un buen relevo, que indica que hay salud en el deporte. 

Vigo, Estados Unidos, Salamanca, Francia, Valencia... Tiene una trayectoria que sería difícil de predecir con 17 años. 
La verdad es que me considero una afortunada por todas las experiencias que he podido vivir. He estado en muchos sitios, en lugares diferentes y he viajado mucho. El baloncesto me ha dado mucho, a nivel deportivo y a nivel personal, fuera del deporte. Es algo que te llevas para siempre. He aprendido muchas cosas y conocido a gente. Es algo que te llevas para siempre. No es algo que, de pequeña, hubiera soñado. Llegó de forma muy natural y la verdad es que me considero afortunada con lo que me han dado la vida y el baloncesto. 

Especialmente los últimos años. 
Tienes que prepararte para la retirada, pero mientras me sienta bien y tenga ilusión por los proyectos que se me presentan, voy a disfrutar el presente. Y, cuando llegue el momento, hacerlo con la tranquilidad de que es tu decisión. Y no me pongo ninguna fecha ni pienso más allá. Cuando llegue, lo haré preparada y contenta, pero no me quieras retirar, que estoy muy contenta con el proyecto del Ensino. 

Desde hace un tiempo, como ala-pívot pura. 
Es parte de mi evolución como jugadora. Comencé más exterior, aunque siempre tiré al cuatro. Ahora sí que encontré más mi posición cómoda y natural ahí, como falso pívot o interior abierta. Me siento bien con esa libertad para moverme. 

¿Se reciben más palos?
Hay que ser inteligente y saber llevarlos. Una tiene que ser consciente de su físico y de las guerras en las que se puede meter y las que puede ganar. Pero sí, siempre hay más palos. 

¿Se ve de regreso en el Celta?
Sería muy bonito, pero tienen que darse varias cosas. Estaría encantada de ver al equipo en Liga 1. Están haciendo las cosas bien y ya se quedaron varias veces cerca del ansiado ascenso. Ojalá llegue pronto porque se lo merecen. Siempre las sigo un poco y llevan varias temporadas ahí, a las puertas. 

¿Cuántos partidos vio de su hermano Alberto este año?
Casi todos. Menos alguno que me pilló de viaje o entrenamiento, los veo. Lo sigo, pero no lo corrijo. Tenemos una relación muy buena y sí que comentamos mucho todo. Pero ya tiene buenos entrenadores para eso. Es más una relación de apoyo, de animarnos bien los dos y sabemos siempre el momento por el que estamos pasando. Los mensajes y las llamadas son por ese lado. De alegrarnos cuando las cosas van bien y apoyarnos cuando van mal. Tenemos la misma profesión y muchas cosas que va pasando él, ya las pasé yo. Puedo conocer un poco cómo se siente uno en función de cada momento. Somos un apoyo importante.

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