El nuevo Mecalia Guardés se hace cada día un poco más grande y, además, ha decidido que nadie se levante del asiento hasta los instantes finales. En el templo del balonmano gallego este equipo se comporta como tal en la salud y en la enfermedad. Porque estuvo noqueado desde el minuto 12 de la primera parte al 14 del segundo periodo y acabó venciendo por la máxima ventaja que tuvo en la hora de juego. Este Guardés es así: ¿pagas tu entrada? Pues te damos emoción por cada euro invertido.
El lluvioso día no invitaba y el Mecalia lo convirtió en luminoso. Sí, estuvo incómodo casi siempre. Los goles de Campos, con una muslera en su pierna derecha, y Urban (2-0) fueron un espejismo, porque la agresiva defensa vasca, que igual se convertía en un 4-2 que se adelantaba tres metros sin rubor para acogotar a central y laterales, frenó a las locales, con una circulación más lenta y que se topaban con la portera rival, Maddi Aalla. Magda Fernández ametrallaba primero a la argentina y después a Meriem (3-5). Pintaba mal porque el duelo parecía decantarse para Alba Sánchez, que movía a su equipo como quería. El gol de Magda a un segundo del descanso, que dobló las manos de Ezbida, era aviso de día muy complicado (10-11).
Y más cuando al inicio del segundo tiempo el Mecalia sufría dos exclusiones casi consecutivas (Campos y Lorena) con 15-16. June Lodi lanzaba fuera (séptimo penalti cobrado, cuatro anotados). Si no fue una señal divina, al menos lo pareció. Prades pedía minuto. Patricia Lima descargaba a Campos. Gol de aquella, diana de esta, asistencia de la lusa para Lorena y robo de la portuguesa, con contragolpe y gol para dar el primer aviso (19-17). El Mecalia decía presente. Y ex Gaia, también.
El Zuazo aún salió respondón gracias a Magda (19-20, min. 51), pero las gallegas ya carburaban en dinámica ganadora. Ante la dura defensa adelantada, África Sempere tenía espacios (21-20), Magda mandaba un obús alto, la zaga local apretaba y devolvía cada golpe, y Erauskin se encontraba con la madera. Lima demostraba que tiene calidad de largo para explotar sus condiciones (22-21) y Buforn sacaba el brazo justo cuando había que apuntillar, cuando el sistema ya no sirve y se necesita un obús (23-21).
Sí, el técnico visitante quemó minuto, en un par de ataques las guardesas se precipitaron… Pero el rival también falla. Rosca de Hernández sola en el minuto final y Sempere apuntillaba. Sí que es un equipo, sí. Y el público, con ansiolíticos.
Con esta victoria, el Guardés asciende al segundo puesto de la clasificación, al aprovechar la derrota del Gijón ante el Rocasa.
Mecalia Atlético Guardés(10+15):
Marisol Carratú; África Sempere (4), Sandra Santiago (2), Carmen Campos (6), Lorena Pérez (1), Paulina Buforn (3), Rosario Urban (3) –siete inicial–, Meriem Ezbida (ps), Martina Mazza, Sara Bravo, Carla Gómez, Estefanía Descalzo (1) y Patricia Lima (4), Cristina Barbosa (1).
Zuazo (11+11):
Maddi Aalla; Estíbaliz Velasco (1), Ainhoa Hernández (1), June Loidi, Ane Encina (1), Anne Erauskin (3), Maddi Bengoetxea (1) -siete inicial–, Alba Sánchez (4), Manrique, Alexandra Gil, Barros (2), Magdalena Fernández (8) y Amaia González (1).
Parciales:
2-1, 3-3, 4-6, 6-7, 8-9, 10-11 (descanso),
13-14, 15-15, 16-17, 19-19, 21-21 y 25-22.
Árbitros:
Rafael García y Alberto Rodríguez. Excluyeron dos minutos a Campos, Sempere y Pérez por las locales y a las visitantes Loidi (2), Erauskin y González.
Incidencias:
A Sangriña, séptima jornada.
