monopatín

Solidaridad sobre ruedas

Bibiana (centro) posa junto a Daniel y Joana, propietaria de la tienda Woodtown, punto de recogida en Vigo.
photo_camera Bibiana (centro) posa junto a Daniel y Joana, propietaria de la tienda Woodtown, punto de recogida en Vigo.
Bibiana Rosales trabaja para empoderar a niños etíopes con la práctica del monopatín
Hasta en los lugares más oscuros siempre hay un pequeño haz de luz. Esperanza. Porque para que haya sombras, tiene que haber claridad. Y en Shiromeda, Etiopía, hay mucha oscuridad. Demasiada. Pero también luminosidad en forma de tablas de madera, con un par de ejes de metal y cuatro ruedas. En forma de patín. Esta disciplina ha entrado con mucha fuerza en el lugar para dar a los niños una forma de ganar autoestima, aficiones sanas y sonrisas diarias. De empoderarlos. Y lo ha hecho de la mano de la ONG Megabi skate, fundada por el músico etíope Israel Dejene en 2005.
El crecimiento de la asociación en estos 14 años ha tocado a diversos lugares del planeta. Uno de ellos es Marín. Allí nació en 1975 Bibiana Rosales, que durante toda su vida tuvo fuertes inquietudes sociales y encontró en Megabi un sustento para esa necesidad. "Me puse en contacto con Israel en 2016 y aquí seguimos", rememora. Bibiana es la delegada de la ONG en España, a la que llegó gracias a Javier Saavedra, uno de los clásicos de la escena gallega del skate, que se la dio a conocer. Desde entonces, Rosales ha tratado de incentivar en el mundillo la solidaridad, para que todos aquellos que tienen material que ya no usan lo donen y, de esta manera, los niños de Shiromeda puedan disfrutar del patín.
Bibiana vive en Barcelona. Desde allí coordina el trabajo de un equipo en el que está Daniel Raposo, un patinador vigués que ve cumplida "la inquietud de participar de forma proactiva", para ayudar a los chicos y también "por visibilizar el patín" en positivo. En cada evento hacen llegar el proyecto a la gente y recaudan material y ropa.
De hecho, Megabi España tiene pensado enviar un contenedor por vía marítima cargado de tablas, ejes, ruedas, ropa y zapatillas. Además, están a la espera de cerrar una colaboración con una marca importante, que cederá diez palés de patines para los niños. "Después iremos nosotros y haremos un documental", anuncia Bibiana.
Es uno más de los muchos pasos que la organización está llevando a cabo por los chicos en Shiromeda, que recibió en 2015 la visita de dos estrellas mundiales como Tony Hawk y Niyah Houston, que compartieron sesiones con los chavales, donaron material y colaboraron en la construcción de la mini rampa en la que patinan a diario.
Con ese espíritu colaborativo y altruista se mueve Bibiana, que siempre ha estado en contacto con la escena deportiva -su padre es Manuel Rosales, campeón del mundo de atletismo para veteranos-. En el taller de bicicletas de su familia estaba cerca de los jóvenes de Marín, a los que siempre trató de echar una mano. Igual que hace ahora con otros jóvenes, solo que de un poco más lejos. "Queremos alejarlos de malos hábitos como drogas y alcohol. Que se empoderen a través del patín", expresa.
Un deseo que, poco a poco, se lleva a cabo. Y que demuestra que el patín, otrora tan mal visto en la sociedad, puede hacer mucho bien. Y todo el que quiera echar una mano puede hacerlo poniéndose en contacto vía Instagram con Daniel (@ntcruralsk8) o con la propia Bibiana (@megabiskateenespana), feliz y realizada de poner su granito de arena a una vida mejor de estos niños y niñas. "Llevo toda la vida apoyando a los chavales. Hacer esto es cumplir los sueños que tenía desde niña", culmina. Altruísmo puro sobre una tabla de madera. Solidaridad sobre ruedas. n

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