Eric Gull era un alto, delgado y sobresaliente lateral de balonmano que militó en Valladolid, Barcelona o Ciudad Real. Y, sobre todo, era una contundente goleador con un formidable lanzamiento de larga distancia. Ganó todos los títulos posibles en una larga y dilatada trayectoria. Unos años después de su retirada, regresa el apellido al balonmano español por medio de su hija Sofía, de 17 años, que llega a la estructura del Balonmano Porriño.
La joven heredó prácticamente todas las cualidades físicas de su padre. Se eleva hasta los 1,87 metros, una cifra notable en el balonmano español, tiene un potente lanzamiento exterior y “una buena movilidad”, afirma el presidente del club, Abel Estévez. Lo único que no comparte con su progenitor es el brazo de lanzamiento porque Sofía ocupa la posición de lateral izquierdo, por lo tanto, es diestra. Si llega a ser zurda, ya sería perfecto dada la escasez en España.
Con 17 años, la jugadora tramitará la ficha con la formación juvenil, aunque todo indica que la mayoría de sus minutos llegarán, precisamente, a las órdenes de Abel Estévez en el filial sénior de División de Honor Plata. El acuerdo, en principio, es por dos años.
Por otra parte, el Conservas Orbe Rubensa Porriño sigue en la búsqueda de una extremo izquierdo para reemplazar a la lesionada Thais Fermo. La brasileña se perderá todo lo que queda de temporada y el club desea paliar su ausencia. No obstante, hasta el momento las opciones que aparecieron no llegaron a fructificar y, además, al tener el puesto cubierto con la paraguaya Ari Portillo, Abel Estévez e Isma Martínez, desean garantizar que el fichaje mejore la calidad de la plantilla. No es solo cuestión de rellenar un hueco por el mero hecho de hacerlo.
