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Iván Villar, inesperado portero del Celta para terminar la temporada

Iván Villar consuela a Rubén Blanco cuando éste se retiraba del campo al término del partido del pasado martes ante el Atlético de Madrid.
photo_camera Iván Villar consuela a Rubén Blanco cuando éste se retiraba del campo al término del partido del pasado martes ante el Atlético de Madrid.
El Rápido Bahía, club del que lo fichó el Celta todavía en edad benjamín, y sus compañeros muestran confianza 

Dicen los que conocen a Iván Villar –quien hoy cumple 23 años– que para saber de él hay que pasarse por Aldán y hablar con su hermano Manuel. El portero cangués ha pasado de un tercer plano al primero tras las lesiones de Sergio Álvarez y Rubén Blanco y, tras salir al campo el último cuarto de hora largo del duelo ante el Atlético de Madrid, se presume que deberá defender la portería del Celta las tres jornadas que restan, en las que el equipo vigués debe certificar la permanencia en Primera División.
Es el canterano discreto por naturaleza. Pero celtista como el que más. No en vano, siendo benjamín ya despertó el interés de Toni Otero, por entonces responsable de la cantera céltica, en un torneo de fútbol 7 alevín organizado por su anterior club, el Rápido Bahía. Y a la siguiente temporada ya estaba pisando A Madroa.
"Toni me dijo al final de un partido que quería hablar conmigo y me preguntó por Iván. Sólo le pude decir: sobran las palabras", cuenta Carlos Bermúdez, su entrenador en aquellos albores como futbolista del portero celeste. "Ya entonces tenía cualidades diferenciales. Tanto es así, que no dudé en ponerlo a jugar con los alevines, pese a que él era benjamín", rememora.
Ya por entonces, la presencia de su hermano Manuel vigilaba los pasos del hermano pequeño, ambos porteros. "No lo ha tenido fácil. Tuvo que mostrar mucha dedicación y empeño para ahora tener esta oportunidad", explica Bermúdez. "De niño, era fácil apostar por él. Yo no soy ningún visionario", reconoce. Y en este presente, considera que "lo único que le falta es experiencia, porque personalidad tiene. Todas las cualidades que apuntaba de pequeño las ha ido apuntalando".
El pasado martes, Carlos Bermúdez 'Xouba' siguió emocionado ese cuarto de hora con Iván en el campo. "Se le pudo ver desplazar el balón con las dos piernas. Y se me puso la carne de gallina cuando, al estar el estadio vacío, lo oía gritar ordenando al equipo", sostiene su entrenador.
Por su parte, el presidente del Rápido Bahía, Moisés Currás, se felicita por el devenir de un jugador que pasó tres años en las filas del Rápido Bahía. "Después, el Celta lo vio y se lo llevó", comenta sin acritud alguna. Y desvela que Iván "viene por el campo a ver partidos porque sigue viviendo en Aldán". Con, cómo no, su hermano como referencia permanente.

Ánimo desde dentro
Si así han acogido en Aldán el nuevo presente de Iván Villar, también desde dentro del vestuario se envían mensajes de confianza en el guardameta. Por ejemplo, uno de los referentes del grupo como Rafinha Alcántara compartió ayer una foto junto al meta entrando en Balaídos acompañada del siguiente texto: "Ya centrados en el Sadar tras el buen punto de ayer. En tus manos ahora, Iván Villar".
Incluso, cuando la competición se retomó, la posibilidad de que Iván tuviese que dar un paso al frente era cierta, tras la lesión de Sergio y con las cuatro amarillas de Rubén. Preguntado sobre del morracense, este último dijo que "lo veo fenomenal. Por mala suerte no podemos contar con Sergio para este último tramo, pero estamos tres porteros -Rubén, Iván y Rosic- más el juvenil Iago Domínguez , y estamos los tres muy bien, con confianza. En ese sentido, yo estaría súper tranquilo".n

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