nnn Fiodor Smolov pasa estos días de confinamiento solo en Vigo, pero mantiene el humor y agradece la atención que le prestan desde el club. En este tiempo de parón, ha podido analizar mejor las diferencias entre el fútbol ruso y español. "He estado viendo los cinco partidos en los que he jugado aquí y justo cuando empezó la cuarentena vi algunos de los que jugué en la liga rusa. La diferencia es que todo es más compacto: alta intensidad, diferentes velocidades, todo pasa muy rápido. Ésa es la mayor diferencia, que todo pasa muy rápido. E individualmente, los jugadores son más técnicos, con más habilidades", resume en declaraciones a los medios del club.
El delantero rememora sus sensaciones cuando supo de la posibilidad de jugar en el Celta. "Estaba nervioso y emocionado al mismo tiempo porque me di cuenta de que tenía que tomar la decisión muy rápido. Estaba emocionado, no lo pensé mucho y solamente dije sí. No pensé ni por un segundo que fuese una decisión equivocada", dice. Ahondando en la idea, expone que "pensaba que me iba a quedar en el Lokomotiv hasta final de temporada y que ya en verano pensaría en el futuro. Pero todo fue muy rápido. Sólo estaba el Celta y aquí estoy".
Una vez en Vigo, reconoce que la adaptación fue "inesperadamente fácil. Quiero agradecérselo a mis compañeros, al club y a los aficionados porque me han ayudado mucho. Son gente muy amable, están en contacto conmigo, me llaman para ver si necesito algo... Y la ciudad me gusta. Es tranquila y me encanta el clima y la arquitectura. Vivo en el centro y me encanta caminar", concluye el internacional ruso.n
El delantero rememora sus sensaciones cuando supo de la posibilidad de jugar en el Celta. "Estaba nervioso y emocionado al mismo tiempo porque me di cuenta de que tenía que tomar la decisión muy rápido. Estaba emocionado, no lo pensé mucho y solamente dije sí. No pensé ni por un segundo que fuese una decisión equivocada", dice. Ahondando en la idea, expone que "pensaba que me iba a quedar en el Lokomotiv hasta final de temporada y que ya en verano pensaría en el futuro. Pero todo fue muy rápido. Sólo estaba el Celta y aquí estoy".
Una vez en Vigo, reconoce que la adaptación fue "inesperadamente fácil. Quiero agradecérselo a mis compañeros, al club y a los aficionados porque me han ayudado mucho. Son gente muy amable, están en contacto conmigo, me llaman para ver si necesito algo... Y la ciudad me gusta. Es tranquila y me encanta el clima y la arquitectura. Vivo en el centro y me encanta caminar", concluye el internacional ruso.n
