Hace semana y media, el Celta estaba especialmente preocupado por cómo estaban pasando el confinamiento por la alerta sanitaria causada por el coronavirus Covid-19 tres futbolistas: el danés Pione Sisto, el ruso Fiodor Smolov y el croata Filip Bradaric. La razón es que los tres se encontraban solos sin acompañamiento familiar, lo que convertía en más exigente su encierro. Apenas diez días después se ha demostrado que el club ha sido incapaz de estar pendiente de ellos con la suficiente implicación, ya que los dos primeros se han marchado a sus países sin permiso, dejando al internacional croata como el único del trío que, hasta la fecha, sigue aguantando.
Fiodor Smolov dejó Vigo a última hora del pasado sábado en dirección a Rusia por un problema personal. A diferencia de lo que había hecho Pione Sisto el pasado día 26 de marzo, el delantero sí que comunicó al club sus intenciones y, de hecho, había solicitado irse de forma reiterada. El Celta sostiene que es la Liga la que no permite a los futbolistas moverse de las localidades de sus equipos y, por eso, asegura que al ruso le aplicará el "régimen interno".
Se da la circunstancia de que no han trascendido casos similares en otros equipos. El Celta siempre se mostró dispuesto a dejar marchar a sus futbolistas, pero no ha querido enfrentarse abiertamente a la Liga en este tema. Por lo tanto, ha dejado en manos de los propios jugadores la decisión última. Ya sea con aviso previo o sin él, el resultado en los casos de Sisto y Smolov es el mismo, con el club siendo incapaz de retener a sus jugadores.
Por el momento, Bradaric aguanta el tirón. En su caso, la mala suerte hizo que el arranque de la pandemia cogiese a su pareja y su hijo en Croacia, donde pasaban unos días. Eso sí, el centrocampista cuenta con la compañía de un preparador físico personal. Tal vez ese apoyo sea más fructífero que el del club a Sisto y Smolov.
La agencia del ariete afirma que tiene permiso del club
El Celta dice que tenía conocimiento de la salida de Fiodor Smolov pero que éste no disponía de permiso para irse a Rusia. Y, además, añade que el ariete se ha comprometido a regresar una vez se solucione el problema personal que lo atosiga. Una explicación que entra parcialmente en colisión con la que ofreció también ayer la agencia de representación del jugador cedido en el conjunto celeste por el Lokomotiv, ProSportsManagement, en el diario "Sport-Express".
"Aquí no hay ningún problema. Fiodor consensuó todas sus acciones con el Celta. Con respecto a las multas, acordamos que sólo (habrá) en el caso de que el jugador vuelva a Vigo con retraso", señaló la firma que representa los intereses del ariete internacional ruso. Por lo tanto, de inicio no habría ninguna sanción para el jugador.
El Celta, parco en palabras, se limita a dar su versión y a remitir al socorrido "régimen interno". Exactamente, la explicación de la entidad es la siguiente: "El jugador solicitó permiso en reiteradas ocasiones para viajar a Rusia por un asunto personal. El club no pudo dárselo porque la Liga no lo autorizó, pero informó puntualmente de sus movimientos y se fue con el compromiso de volver una vez solvente sus asuntos personales. En todo caso, se le aplicará el régimen interno". Es de suponer que el futbolista sí mantendrá contacto con los preparadores célticos.
