La Primera División cumple este curso su vigésima temporada con el mismo sistema de descensos: los tres últimos clasificados tras la jornada 38 pierden la categoría. En esas dos décadas, la permanencia más cara estuvo en los 44 puntos –en el ejercicio el 2010/2011, en el que el Deportivo bajó pese a sumar 43 puntos– y la más barata se produjo hace dos campañas –en la 2017/2018, cuando el propio conjunto coruñés marcó la frontera yéndose a Segunda con tan solo 29 puntos–.
En ese abanico de 14 puntos, pues, se cifra la salvación. Confiando en la matemática, ésta establece que la media para seguir en Primera en esas 20 temporadas con tres descensos es de 39,1 puntos. Es decir, que al Celta le quedarían por sumar 18,1 para evitar una campaña más el descenso a los infiernos de Segunda.
Además, la tendencia a una puntuación más baja se ha acentuado en los últimos tiempos. Así, en la última década la media de la salvación es sólo de 37,4 puntos, con lo que la cuantía necesaria para el conjunto vigués se reduciría a 16,4 puntos. De hecho, en los últimos siete años no ha sido necesario superar los 40 para salvarse.
Una circunstancia que en absoluto era así en la primera década de implantación de este sistema. Curiosamente, si la media en la última década fue de 37,4 puntos, la de los diez primeros años era de 40,8. Esa victoria de más, cuando se vive en puntuaciones tan ajustadas –en 13 de las 20 temporadas el primer equipo que se salvó empató a puntos o sumó sólo uno más que el primero que descendió–, resulta más que trascendente. El Celta, a falta de 14 partidos, empieza a echar cuentas.n
En ese abanico de 14 puntos, pues, se cifra la salvación. Confiando en la matemática, ésta establece que la media para seguir en Primera en esas 20 temporadas con tres descensos es de 39,1 puntos. Es decir, que al Celta le quedarían por sumar 18,1 para evitar una campaña más el descenso a los infiernos de Segunda.
Además, la tendencia a una puntuación más baja se ha acentuado en los últimos tiempos. Así, en la última década la media de la salvación es sólo de 37,4 puntos, con lo que la cuantía necesaria para el conjunto vigués se reduciría a 16,4 puntos. De hecho, en los últimos siete años no ha sido necesario superar los 40 para salvarse.
Una circunstancia que en absoluto era así en la primera década de implantación de este sistema. Curiosamente, si la media en la última década fue de 37,4 puntos, la de los diez primeros años era de 40,8. Esa victoria de más, cuando se vive en puntuaciones tan ajustadas –en 13 de las 20 temporadas el primer equipo que se salvó empató a puntos o sumó sólo uno más que el primero que descendió–, resulta más que trascendente. El Celta, a falta de 14 partidos, empieza a echar cuentas.n
