El vigués Nico Rodríguez inicia el ciclo olímpico con la grave lesión de su compañera Silvia Mas
Es sabido que una carrera olímpica se basa en saber afrontar y sortear dificultades. Esa capacidad del vigués Nico Rodríguez, bronce olímpico en Tokio 2020, vuelve a ponerse a prueba. Porque su nuevo proyecto de cara a París 2024, el anunciado la pasada semana junto a la catalana Silvia Mas en un 470 ahora mixto, comenzó el pasado lunes con su compañera pasando por el hospital para reparar una de sus rodillas, la que también la pasada semana sufrió la rotura del ligamento cruzado.
“Empezábamos a entrenar este lunes -narra Nico-. Cuando empecemos, va a tocar un sprint hasta París. Es lo que hay, así es la vida. Hay que tomarlo de la mejor manera posible. Fue un accidente que le puede pasar a cualquiera. Lo mejor es que haya pasado al principio, que es cuando más tiempo de reacción tienes”, valora el reagatista. “Yo ya empecé a preparar cosas y a trabajar en el proyecto. Empezaremos a trabajar en visualización, en cómo queremos hacer las cosas, en rodearnos bien en el equipo. Intentaré ir al agua con otra persona para empezar a coger ritmo y sensaciones. No es lo mismo, porque hay muchas cosas que son de combinación y comunicación. De entendernos”, añade.
Como es obvio, la cuestión es aplazar metas a corto plazo y fijar otras. “Ya hay que pensar en 2023 y 2024. Al final, este año es de transición, aunque el Campeonato del Mundo de este año siempre es importante porque te juegas la beca, tu sueldo. Pero, siendo realista, el primer objetivo se fijará más a medio plazo, el verano del año que viene, en la primera opción de clasificar a España para los Juegos, en el Mundial de La Haya”, sostiene. Y le saca un lado positivo: “Lo bueno es que el Mundial de este año es la última semana de octubre en Israel. Pero hay que darle tiempo. El objetivo es La Haya y París, siendo realistas”.
Pese a lo abrupto del comienzo, Nico Rodríguez está feliz de formar dúo con la actual campeona del mundo de 470. “Es una suerte poder contar con Silvia para este proyecto. Siempre dije que si me metía en un equipo olímpico de cara a París sería porque creía en él y porque creía que podíamos luchar por volver con otra medalla. Y con ella, realmente lo creo. Ha sido campeona y subcampeona del mundo, ha liderado el ránking mundial. En los Juegos no les fue bien (11ª) pero es bueno que ella tenga esa espinita, esa ilusión y esas ganas. Estoy muy contento. Va a haber que trabajar y hacer sesiones muy largas cuando podamos estar juntos, pero es lo que nos ha tocado. Lo bueno es que la ilusión y las ganas las tenemos”, resume. Y Mas no es una desconocida: “Han sido cinco años de compartir muchos viajes y concentraciones. Los 470 muchas veces entrenamos juntos. La convivencia ya sabemos cómo es, aunque está claro que cuando empiezas a trabajar con alguien no es lo mismo. Tenemos que aprender a conocernos y a trabajar juntos. Lo dará el tiempo. Cuando hay buena actitud, eso no es un problema”.
Nico espera pasar la preparación entre Marsella, donde será la cita olímpica de vela de París 2024, y Lanzarote. Y con su excompañero, Jordi Xammar, junto a la hispano estadounidense Nora Brugman, como principal rival en España. “Nos conocemos mucho. Sé exactamente cómo es él y él sabe cómo soy yo. No va a dar su brazo a torcer fácil. Va a haber que pelear. Si los dos equipos trabajamos juntos de manera noble y apretamos todo lo que podamos, el que vaya a los Juegos va a ir con opciones de medalla. Hay que trabajar con la mentalidad de que es un trabajo colectivo. Si el que va logra medalla, objetivo cumplido”, apunta con convicción.
Y todo en una clase que ha pasado a ser mixta, por lo que existen pocas certezas sobre si los dúos funcionarán mejor con patrón y tripulante mujer o patrona y tripulante hombre, construcción esta última de la pareja Mas-Rodríguez. “El tiempo lo dirá. Todavía no nos hemos juntado todas las tripulaciones del máximo nivel para competir. A partir del Europeo o Mundial podremos sacar conclusiones. Creo que habrá unas condiciones en que compense una formación y otras en las que compense otra a nivel técnico. En función de cómo se desarrolle cada equipo y cómo desarrollen los roles, quién lleve más la táctica y las decisiones. Es más un tema de carácter y personalidad que del sexo. Habrá que ver cómo suplir tus carencias con otras virtudes. En este deporte gana el que menos errores comete”, señala el medallista olímpico vigués.
