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Del sacrificio, la recompensa

Miguel Martínez es la gran esperanza de la natación viguesa.
photo_camera Miguel Martínez es la gran esperanza de la natación viguesa.
El vigués Miguel Martínez brilla en el Nacional de Gijón pese no contar con beca en el CGTD
No le damos el mérito que tiene. Lo que ha conseguido es increíble". Quien habla es la viguesa Luisa Domínguez, entrenadora responsable del Centro Galego de Tecnificación Deportiva de Pontevedra. Una autoridad, vamos. Y de quien habla es del también vigués Miguel Martínez, que regresó del Campeonato de España en piscina corta de Gijón del pasado fin de semana con dos récords gallegos –400 estilos y 200 mariposa– y una medalla de bronce –200 mariposa–. Y habla con conocimiento de causa al ser éste uno de sus pupilos desde hace un año. Aunque uno muy especial.
Porque Miguel Martínez no tiene beca que le ayude a poder entrenar con los mejores medios en el centro pontevedrés de alto rendimiento. Lo hace porque Luisa se lo ofreció en su día y, sobre todo, porque él se ha empeñado, ya que supone un enorme sacrificio. "Viene todos los días en autobús. Los lunes y los viernes por la mañana ha pedido un permiso especial en sus estudios para poder entrenar aquí. Come donde puede y, entre sesión y sesión, aprovecha para estudiar. Y así todos los días", reseña la entrenadora.
Además de este reseñable sacrificio personal y familiar, Miguel une la capacidad para superar obstáculos. "Su primer año estuvo lleno de trabas. Tuvo una infección en una uña y se operó dos veces. A nivel de resultados no logró gran cosa, pero nosotros sí vimos sus posibilidades. Aunque no oculto que en Gijón nos ha sorprendido para bien", reseña Luisa Domínguez.
Porque este Nacional de piscina corta cae demasiado pronto en el calendario como para prepararlo al cien por cien. "Se lo ha creído. Le dije que tenía que aprovechar el momento y le ha echado valor. Incluso para la final se clasificó para nadar por la calle 3 pero dábamos la medalla como casi imposible. De hecho, le dijimos que se olvidase del resto y se centrase sólo en la marca. Fue valiente y nos sorprendió a todos", comenta su entrenadora.
¿Y ahora qué? Pues seguir trabajando con paciencia: "Espero que estos resultados le permitan tener beca el año que viene. Para pensar a nivel internacional, todavía es muy joven. Siendo del 2000 ha competido con gente del 96 o 97.  Hay que estar ahí, en ese segundo peldaño, para poder dar el salto en un par de años". Por falta de sacrificio, desde luego, no será.n

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