Sabía José Riveiro que aceptaba un reto enorme cuando se enroló en el barco de los Orlando Pirates de Sudáfrica. La entidad, de una dimensión gigantesca en el fútbol africano, venía de varios años de zozobra y de quedarse fuera de las competiciones europeas. Unos meses después, el entrenador vigués ha capitaneado hacia buen puerto a la nave de Soweto -populoso barrio de Johannesburgo al que representa-. El técnico de Teis levantó el pasado sábado la Copa del país con una emotiva victoria ante el Sekhukhune United con gol en el minuto 94 (2-1) y completa así el doblete -ganó la Copa de la Liga en noviembre-. Un broche de oro a un curso excelente, en el que finalizó subcampeón en la competición de la regularidad, puesto que le otorgó el billete a la Liga de Campeones del continente.
El éxito que coronó la temporada llegó en una noche mágica en el estadio Loftus Versfeld de Pretoria. Ante 50.000 espectadores, los Piratas se levantaron al gol de Vilakazi para los ‘erizos’. Los ‘bucaneros’ acusaron el golpe. Pero, poco a poco, se fueron reponiendo hasta que, justo antes del descanso, empataron. Xoki tranformó con maestría un penalti, que dio paso a una segunda parte muy igualada. Y cuando todo parecía indicar que el encuentro llegaría a la prórroga, el equipo del preparador vigués se inventó una buena acción colecitiva, que Dzvukamanja remató al vuelo a la escuadra. Un golazo en el minuto 94 para hacer campeones a Orlando. Para hacer campeón a José Riveiro. Bicampeón, en este caso. Un tesoro pirata desde Teis hasta Sudáfrica.
“Detrás de este éxito hay horas, horas, horas y horas de trabajo”
Visiblemente emocionado, José Riveiro celebraba con la máxima humildad su segundo título en su primera temporada en Sudáfrica. “Estoy extremadamente feliz por la victoria. Por los aficionados, por el club, por mi familia y mis amigos. Por todos”, subrayaba el entrenador vigués, que incluso tras proclamarse campeón de Copa tiró de autocrítica al analizar el choque. “No fue nuestro mejor partido, pero es difícil jugar bien en una final. Había nervios, nos faltó control con el balón, pero mis jugadores lo dieron todo. Estamos aprendiendo, nos estamos haciendo mejores y espero que juguemos más finales para seguir aprendiendo”, destacó.
Preguntado por el secreto que hay detrás de esta espectacular temporada, con dos títulos de Copa y un subcampeonato en Liga que mete a los Piratas en la Liga de Campeones, Riveiro fue claro: “Horas, horas, horas, horas y horas de dedicación. Hemos hecho más de cien sesiones de entrenamiento y hemos intentado dar lo mejor de nosotros mismos en todas ellas. No hay mucho más. Los jugadores tienen la calidad y nosotros hicimos todo lo que estaba en nuestra mano para ayudarles a ganar”.
Además, el entrenador de Teis se mostró “muy orgulloso” de sus jugadores. Y para acabar, expresó su gratitud hacia la afición: "Siempre jugamos en casa. En Soweto, por supuesto. Pero fuera siempre nos acompañan y el ambiente en esta final fue increíble.
