El Celta cierra una plantilla "más larga y con más experiencia" con la ala-pívot estadounidense
Breanna Richardson (4 agosto 1995, Conyers, Georgia, Estados Unidos) es la pieza que le faltaba al Celta Zorka Recalvi para cerrar la plantilla que tratará de alcanzar, por tercer año consecutivo, la fase de ascenso a Liga Femenina 1. La ala-pívot llega para ser "una jugadora importante en la plantilla", apunta el director deportivo, Carlos Colinas, quien reconoce que "hace un mes era una jugadora inalcanzable para nosotros. Pero a veces la situaciones de mercado te sonríen. Queríamos una jugadora diferencial y por eso arriesgamos un poco a esperar".
La espera ha dado sus frutos y a mediados de septiembre –visado mediante–, la nueva céltica podrá ponerse a las órdenes de la entrenadora, Cristina Cantero. Se trata de una jugadora básicamente interior, aunque su altura (1.85) le permite moverse con velocidad y destreza tanto lejos como cerca del aro. Formada en Rockdale County y en una universidad de pedigrí como Mississippi State –donde acabó dentro del exclusivo grupo de las diez jugadoras con más de 1.000 puntos (1.110) y más de 650 rebotes (727)–, llegó a pasar dos veranos con las Minnesota Lynx de la WNBA, pero no se hizo con un sitio.
De ahí que eligiese jugar en Israel, donde ha pasado las dos últimas temporadas en las filas del Bnot Hertzeliya y Hapoel Rishon, promediando en este último 17 puntos y 7 rebotes en la temporada más reciente. "Es una jugadora muy completa y versátil. Una pívot algo baja pero muy fuerte, lo que le ayuda a jugar cerca del aro y a aportar rebote. Buscamos a alguien que mezclase bien con Edeferioka y Tulonen. Además, ya tiene dos años de experiencia en Europa en una liga fuerte, lo que ayudará a su adaptación", resume Colinas.
Con Richardson, el director deportivo ve una plantilla "no sé si mejor que la del año pasado, pero sí con más experiencia y más larga, al disponer de nueve jugadoras sénior. Recuperamos a Ainhoa y Lazorzana y confíamos en no sufrir problemas de salud".n
La espera ha dado sus frutos y a mediados de septiembre –visado mediante–, la nueva céltica podrá ponerse a las órdenes de la entrenadora, Cristina Cantero. Se trata de una jugadora básicamente interior, aunque su altura (1.85) le permite moverse con velocidad y destreza tanto lejos como cerca del aro. Formada en Rockdale County y en una universidad de pedigrí como Mississippi State –donde acabó dentro del exclusivo grupo de las diez jugadoras con más de 1.000 puntos (1.110) y más de 650 rebotes (727)–, llegó a pasar dos veranos con las Minnesota Lynx de la WNBA, pero no se hizo con un sitio.
De ahí que eligiese jugar en Israel, donde ha pasado las dos últimas temporadas en las filas del Bnot Hertzeliya y Hapoel Rishon, promediando en este último 17 puntos y 7 rebotes en la temporada más reciente. "Es una jugadora muy completa y versátil. Una pívot algo baja pero muy fuerte, lo que le ayuda a jugar cerca del aro y a aportar rebote. Buscamos a alguien que mezclase bien con Edeferioka y Tulonen. Además, ya tiene dos años de experiencia en Europa en una liga fuerte, lo que ayudará a su adaptación", resume Colinas.
Con Richardson, el director deportivo ve una plantilla "no sé si mejor que la del año pasado, pero sí con más experiencia y más larga, al disponer de nueve jugadoras sénior. Recuperamos a Ainhoa y Lazorzana y confíamos en no sufrir problemas de salud".n
