natación

Un regreso tranquilo

El Náutico vivió la primera semana de entrenamientos en la piscina de As Avenidas.
photo_camera El Náutico vivió la primera semana de entrenamientos en la piscina de As Avenidas.
Los nadadores del Náutico recuperan sensaciones con sesiones sin control de tiempos
Los nadadores volvieron a su hábitat natural, el agua de las piscinas, tras calentar en el mar los días precedentes. Más de dos meses después del confinamiento, los deportistas del Náutico de Vigo regresaron a su cubo de agua "con entrenamientos suaves, donde lo más importante es recuperar las sensaciones y evitar cualquier tipo de lesión", indica el entrenador Sergio Silva. Precisamente, el técnico todavía no puede estar al pie del cubo de agua, lo hará en una semana con la entrada de la fase tres. Eso sí, "cuando nadan fuera, en el mar, me acerco, pero no está permitido dirigir a grupos", lamenta. 
En todo caso, la vuelta de los nadadores también conllevó un trabajo para el técnico porque "tuvimos que coordinar a 80 personas para acudir a la piscina por grupos y sin mezclarse. Un día entero estuve preparando todo porque hay varias categorías y también debes crear los entrenamientos para cada uno de ellos", resume. Y las sesiones son controladas. Debido a las limitaciones, dos días son en agua dulce y otros dos en la salada. "No controlamos nada los tiempos. Que hagan lo planificado y ya está. Sería meterle una presión que no es necesaria porque, además, no hay esa presión de preparar un campeonato. Lo importante es cuidar los hombros y mejorar aspectos técnicos que, durante la temporada, no tenemos tiempo para hacer. Incluso están haciendo unas clases de yoga", explica Silva. 
Entre las deportistas que regresaron está la joven de 14 años Silvia Martínez Novoa. "Me encontré bien, antes de empezar a entrenar ya fui algo a la playa y realizamos el entrenamiento que nos envían. Eso sí, no hay el contacto que había antes con los compañeros y es diferente.  Los que tenemos hermanos, sí que es algo más llevadero porque tienes alguien con quien hablar, pero los que no tienen hermanos, no. Lo hacen todo en soledad", expresa la joven después de las primeras sesiones.
En todo caso, a pesar de los entrenamientos en tierra y el calentamiento de hombros para evitar cualquier problema, la nadadora admite que "sigo un poco torpe. Se nota, sobre todo, en lo de guardar la línea e ir para un lado y para el otro, que ahora toco más en las corcheras. En el mar no lo notas tanto, no chocas con nada, pero en la piscina lo notas más. Es diferente nadar en un sitio que en otro". 
Otra cuestión a resolver es el nivel de forma que perdieron los nadadores en todas estas semanas. "Se nota", reconoce Silvia Martínez. El técnico, Sergio Silva, precisa que "estuvieron bastante activos durante el confinamiento. No perdieron la forma física, pero sí que perdieron las sensaciones en el agua, que en este deporte son bastante importantes. Además, en la bañera no se pueden tener esas sensaciones. Se sienten algo raros porque, la gran mayoría, nunca estuvieron tres meses sin meterse en la piscina". 
Por eso, gran parte de su obsesión para las primeras semanas es evitar las lesiones de hombros. "Preparamos un protocolo antes de volver y ahora también hacemos una calentamiento antes de ir a la piscina", explica. Todo ello para evitar cualquier problema físico. "Soy optimista y espero que ninguno se lesione. No estamos con sesiones duras y la natación no es un deporte de impacto como puede ser la carrera. Soy optimista", concluye. 
A pesar de las dificultades, de los cambios de dirección y la sensación de encontrarse un poco torpe, los nadadores del Náutico pudieron regresar a las sesiones de entrenamiento y, aunque alejados y sin contacto, también lo hicieron los de otras secciones del club como el waterpolo y la natación artística. Todo ello, mezclado con las horas para los socios de la entidad, que deben acudir con cita.n

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