CELTA

Regreso al sistema de Escribá

Rubén Blanco trata de despejar el balón en una salida durante el encuentro que se disputó ayer en el estadio de San Mamés.
photo_camera Rubén Blanco trata de despejar el balón en una salida durante el encuentro que se disputó ayer en el estadio de San Mamés.

El punto sumado y las actuaciones individuales de Jeison Murillo, Okay y Rafinha son seguramente las mejores noticias que dio ayer el Celta, que regresó al sistema 4-4-2 de Fran Escribá y salvó un empate casi de milagro porque el Athletic tuvo el balón casi todo el partido, generó las ocasiones más claras y solamente le faltó acierto en el remate final.

De vuelta al 4-4-2
Óscar García Junyent prescindió ayer de su habitual 4-3-3 ofensivo para apostar por un 4-4-2 más conservador, similar al que el Celta utilizó en la etapa de Escribá. El técnico catalán introdujo tres cambios en el once con respecto al que se enfrentó en la jornada anterior a Osasuna, dos de ellos en el centro de la zaga. El recién llegado Jeison Murillo sustituyó a Aidoo y Néstor Araujo regresó al equipo en Liga tras cumplir un partido de sanción ante el conjunto navarro, contra el que jugó David Costas. Por delante, Óscar prefirió a Brais Méndez en lugar de Pione Sisto.

El Athletic, por las bandas
El dibujo táctico celeste no frenó a un Athletic que encontró dos auténticas autopistas en las bandas. Kevin Vázquez y Lucas Olaza se vieron desbordados una y otra vez por las apariciones de los carrileros rojiblancos, apoyados por Iñaki Williams e Ibai Gómez. En los primeros diez minutos, el Celta sufrió una verdadero bombardeo desde los dos extremos y solamente la falta de puntería de los locales y las intervenciones milagrosas de Rubén impidieron que el equipo de Garitano marcara antes su gol.

Concesiones a balón parado
Además de sufrir por las bandas, el Celta concedió numerosas faltas laterales y saques de esquina a un equipo como el Athletic, que cuenta con especialistas tanto en el lanzamiento como en el remate.  Nada menos que trece córneres botaron los bilbaínos, por ninguno los vigueses, un dato que explica en qué lado del campo estuvo más tiempo la pelota.
Minutos de posesión
Pese al arreón casi continuo del Athletic, el Celta no llegó a descomponerse, sujeto por las intervenciones de Rubén y Murillo, la presencia de Okay en el centro del campo y los momentos de inspiración de Rafinha, que empezó en la banda derecha, pero a continuación pasó a formar parte de la dupla atacante con Iago Aspas, mientras Santi Mina se iba a la banda izquierda para intentar tapar las subidas de los laterales y Brais cambiaba a la derecha.

Del gol al 5-4-1
Rafinha abrió el marcador en el inicio de la segunda parte, tras recibir un pase de Aspas en la frontal, y el Celta se echó definitivamente atrás para intentar conservar tan exiguo botín. No pudo por un doble error de Beltrán, que primero perdió la pelota en una contra celeste y en la siguiente acción de los locales, cometió el penalti que supuso el empate. Óscar García acabó recurriendo a Aidoo para cerrar el encuentro con un 5-4-1. n

Te puede interesar
Más en Deporte local