celta

"Pueden confiar en mí"

Emre Mor quiere demostrar que, por una vez, va en serio.
photo_camera Emre Mor quiere demostrar que, por una vez, va en serio.
Emre Mor asegura estar más maduro y lucha para reconstruir su relación con el vestuario
Todo lo que hace y todo lo que dice Emre Mor desde que se incorporó a la pretemporada del Celta este verano tiene sentido. Es inevitable que sobre el danés haya dudas, dados sus tres últimos años, pero pública y privadamente se empeña en cambiar esa imagen. Es decir, se empeña en cambiar.
Esa metamorfosis parte de un pasado que asume. "Desde luego, no acabé demasiado bien con los aficionados y el club. Fue mi elección estar aquí, quería volver al Celta porque siento que tengo que demostrar algo a la afición y al club", expone. Y aclara como aval presente que "ahora soy más maduro, he aprendido mucho y estoy preparado para dar todo por el equipo, el club y los aficionados".
Ahondando en tal introspección, el menudo extremo insiste en que tiene un poso que no tenía. "Me siento muy bien. Más maduro. Puedo controlar más lo que muestro a la gente. Los compañeros empiezan a ver que soy un buen tipo. Creo que cuando no me centro tanto en la presión y en lo que puedo hacer con mis pies y sólo lo hago en trabajar duro, el resto de cosas vienen dadas", asegura.
Para el internacional turco, el primer paso era que su cambio resultase creíble para el vestuario. "Mi primera meta cuando regresé fue reconstruir la relación con mis compañeros de nuevo porque estaba un poco rota y hacer que el entrenador creyese en mí. Y trabajar duro. Es lo que haré todo el tiempo que esté en el Celta", promete.
Desde ese empuje, quiere trasladar optimismo tanto individual como grupal de cara a la temporada recién iniciada. "Espero que esta temporada sea diferente. No sólo para mí, sino para todo el equipo. Tenemos mucho trabajo. Pueden confiar en mí y en que daré el 100% siempre. No digo que vaya a marcar 20 goles, eso nunca se sabe, pero sí que voy a dar el máximo. Pueden confiar en mí", repite.
Ya sobre el campo, Mor se ofrece para jugar donde haga falta aunque, a poder ser, que sea cerca de Iago Aspas. "Puedo jugar donde quiera ponerme el entrenador. Jugar al lado de Iago es mucho mejor porque es un jugador top. Sé que me puede dar muchos balones buenos y yo también puedo dárselos a él. Es estupendo para mí", razona.
El pasado sábado, el joven futbolista de origen otomano cuajó un buen partido pese a las dificultades que puso el Eibar, con su estilo presionante. "Me sentí bien. Era un partido muy difícil contra el Eibar en su estadio. Creo que lo hicimos bien, peleamos hasta el final. No es el fútbol que queremos jugar pero es el que acabamos jugando en Eibar a veces. Creo que estuvimos muy bien y siento que hice mucho trabajo duro para el equipo. Podría haber marcado un gol, pero sé que llegarán. Fue un muy buen partido para el equipo", resume en declaraciones a los medios del club. Reconoce, además, que acabó muy cansado, pero considera que debe ser así siempre. "Para mí, si en cualquier partido no acabas agotado al final, no has hecho lo suficiente. Nadie que haya dado el 100% va a estar fresco al final del partido. Sí que estaba cansado porque di todo lo que pude", apunta.
Por último, reconoce lo extraño de tener que jugar sin público en las gradas. "Es raro, lo más raro para mí es durante el calentamiento. Pero durante el partido estoy concentrado en el juego. Cuando tengo el balón, no veo ni oigo nada, sólo me concentro en él. Desde luego, es una sensación extraña pero intento concentrarme lo máximo posible en el partido", resume Emre Mor, el renacido.

Te puede interesar